Con la tecnología de Blogger.
¿Cuántas veces has dicho “Ya no puede pasarme nada peor” y te has equivocado? ¿Cuántas veces has dicho: “Algún día me reiré de esto…pasará mucho tiempo pero terminaré viéndole la gracia”?


Si has tenido un mal día, si crees que ya no puede pasarte nada peor o todavía no has olvidado eso de lo que tardarás mucho en reírte, entra en este blog y comprobarás que no eres el único. La idea no es consolarse con las “desgracias” ajenas, sino aprender a reirse de lo que haya podido convertir tu día en un infierno.

lunes, 31 de mayo de 2010

Hoy por la tarde llevé  a mis hijas al parque. No sé para qué, si tenemos  en cuenta  que está nevando en mayo y soy alérgica. Sin embargo a  veces me da por ejercer de Gloria Fuertes, “la amiga de los niños” y claro, para las pocas veces que me da, pues  los versos no riman. Eso sí, yo, de manual, con moto,  patinete, y todos los enseres necesarios para disfrutar de la arena. 40 minutos después ya  no veo casi nada  de lo que me lloran los ojos. Igual es la ceguera la que me impide prever la leche que se va a pegar Adriana. Sangra por las dos rodillas y el hombro. Con la potencia de sus gritos podría romper  toda una vajilla de tenerla a mano.


Resultado: Yo cargando con el patinete y con la niña. Valentina se pone celosa y quiere que a ella también le lleve la moto. La amenazo con dejarla allí para que la cojan otros niños y entonces vuelve por ella porque: “¡La moto é mía!” A sus dos años es más lista que su hermana y yo juntas y en dos segundos ya ha ideado un plan para que la subnormal de su madre cargue con la moto.

Saliendo del parque se lanza en plancha. Otra lesionada.  Lágrimas a mares. Eso sí, ni un rasguño. No sabe ná…Nuevo resultado: Yo cargando con patinete, moto, enseres, Valentina de la mano y Adriana a 2 metros de distancia caminando como un alma en pena arrastrando los pies mientras  sostiene un torniquete en la rodilla hecho con un kleenex. ¡Qué panorama! La pobre sin parar de llorar y su hermana metiendo el dedo en la llaga: “Mi mamá é mía, eh!!!!! Guapinina!!!!”

viernes, 28 de mayo de 2010

Si hay algo tan cierto como que el mundo es redondo,  es que la cabra tira al monte. Y si ya desde pequeño desfilabas por el pasillo de tu casa fusil al hombro, es muy probable que cuando crezcas seas un cafre armado hasta los dientes y capaz de desenfundar  a la mínima ofensa.

En la habitación de Isadora

Sebastián: “Te digo que cuando salió esta mañana olía a marihuana. Tú mira en los cajones de la mesita mientras yo reviso el armario”.
Enrique: “No deberíamos estar aquí. Si entra ahora,  no nos vuelve a hablar ni en cien años que vivamos. ¿No podemos dejarla respirar un poco?”
Sebastián: “Te lo dije. ¡Mira!” (Sebastián abre una cajita de madera en la que hay un cogollo de maría). “Dios mío, lo sabía, lo sabía. Pero, ¿Por qué Dios mío?”  ¿Dónde coño la consigue? Alguien tiene que vendérsela y tiene que ser alguien del pueblo porque  el coche se lo tenemos confiscado.

Enrique se gira como si no fuera con él cruzando los dedos para que no le mire.

Sebastián: “Tú sabes algo que yo desconozco, ¿verdad? Nuestra hija drogadicta y tú tan tranquilo. Me estás  ocultando algo. Suelta lo que tengas que decir y hazlo ya.” (Sebastián apuntando a Enrique con la escopeta.)
Enrique: Mira Sebas,  yo no sé nada pero me imagino que de tener maría tiene que ser Mathias, ¿No te parece? Y deja de hacer el tonto con esa escopeta que un día vamos a tener un disgusto.”
Sebastián: “Vamos.” (Sale de la casa a paso ligero cargando la escopeta en el hombro)
Enrique: “¿Por qué no la dejamos  tranquila y lo hablamos por la noche con ella?”
Sebastián: “Esto lo arreglo yo ahora mismo. Pintoricucho de 3 al cuarto, narcotraficante, pervertidor de menores. Pero, ¿sabes de quien es la culpa de todo esto?”
Enrique: Pues no tengo ni idea pero seguro que me lo vas a decir.”
Sebastián: “¡De su madre! Toda la vida diciendo: “Algún día a ver con qué moral les decís a vuestras hijas  que fumar es malo, a ver, a ver. Todo el día  con la misma cantinela. Me tenía aburrido. Seguro que ahora tiene los dedos morados de tanto cruzarlos  para que llegara este momento.”
Enrique: “Y tú vas y le das la razón. Parecemos dos idiotas persiguiendo a la niña. La bruja de la  otra seguro que, esté donde esté,  se está descojonando de la risa a nuestra costa.”

Llegan a casa de Mathias y entran sin llamar a la puerta. En realidad Mathias nunca las cierra.  Irrumpen en el salón.

Isadora: “¡Por Dios papá! ¿Qué demonios se supone que estáis haciendo aquí?”
Sebastián: “¡Tápate! Pe…pe pe…peroooo ¿Qué haces desnuda aquí con este hippie? Enrique agárrame que yo a éste me lo cargo.”
Enrique: “Tranquilízate Sebas. Seguro que hay una explicación razonable.”
Sebastián: “Ni Sebas, ni hostias. Lo mato y punto.”
Isadora: “Deja de decir tonterías papá. Nos vamos  de aquí. Joder, Enrique podías haberme avisado…
Sebastián: “¿Cómo que podía haberte avisado? Estarás castigada de por vida. Te juro que no volverás a salir de la casa hasta que cumplas los 40, vete pensando en empezar a vestirte decentemente y lo de fumar se acabó.”

Enrique mira a Isadora con cara de súplica para que no replique. Salen de allí dejando a Mathias con el pincel en la mano.

Mathias: “Y ahora, ¿Cómo acabo yo el cuadro? ¡Qué gremio más incomprendido el de los artistas! Voy a fumarme otro porrito. Estos matones me han estresado.






Recepción de La Rosaleda. 6 mujeres de unos 30 años están esperando que alguien las atienda. Doña Mercedes está hablando por teléfono.


Doña Mercedes: “Ya me contarás que más ha salido publicado hoy. Ahora te tengo que dejar para atender a unas chicas. Sí, sí, luego te cuento…sí son guapas. Adiós, adiós. ”
 Bienvenidas a La Rosaleda y a nuestro pueblo Las Redes Del Valle. Teníais reservadas 3 habitaciones. ¿Verdad?
Helena: Sí, tres dobles.
Doña Mercedes: ¿Cómo nos habéis encontrado? ¿Por internete?

Tratando de contener  la risa

Helena: Sí, venimos a celebrar mi despedida de soltera. Queríamos un sitio tranquilo. Además en Internet vimos que tienen ustedes spa. ¿Este fin de semana estará disponible para las 6?
Doña Mercedes: De eso se encargan  mi Sebas y su hija Dorita. Por ahí entran. Sebastián, cariño, ven un momento. Estas chicas tan guapas quieren usar el span.
Sebastián: Mañana y pasado estará libre. Ya contaba con ustedes. Luego les atiendo. Ahora tengo que resolver un problemilla.

Las chicas no dejan de mirarles  mientras se alejan subiendo las escaleras. Isadora pasa delante de ellas tapándose como puede con una sábana.

Helena (susurrando a las amigas): Cacho guarras. Ahora ya sé por qué elegisteis este sitio. Seguro que en Internet salían las fotos de esos dos.
Doña Mercedes: Estas son las llaves de sus habitaciones. ………..Si hay algo que no les gusta sólo me lo tienen que decir y Oscar estará encantado de ayudarles. Se encarga del cuidado de las habitaciones. Bueno…es el de mantenimiento.
Alicia: “Yo preferiría que me ayudara el otro…el que va disfrazado de gavilán. A ese le ponía yo el sombrerito…”
Doña Mercedes: “¿Qué dices guapa?”
Alicia: “Que se me ha abierto el apetito”.
Doña Mercedes: “Es verdad. Ya es la hora de la comida. El restaurante está abierto. Mi hijo Basilio, el cocinero, ha preparado unas perdices con……….riquísimas.”

Se acerca Oscar  para ayudarles a subir las maletas mientas Sofía vigila escondida detrás de la puerta de la cocina. Lleva días sin dirigirle la palabra pero todavía no le ha dicho el por qué.

En una de las habitaciones.

Alicia: “A la que consiga llevarse a la cama a uno de esos dos, le salen gratis estos dos días.”
Helena: “Y yo, ¿Qué?”
Sara: “Para casarte con ese panoli de novio que tienes,  bien puedes participar en la apuesta. Si no se va a enterar. Y no me negarás que te ibas a dar una alegría…por una vez en tu vida no estaría nada mal.”
Valeria: “No le hagas caso. Si tú le has elegido será por algo. Además así nos lo pones más fácil a las demás. Yo me quedo con el masajista de la escopeta.”
Alicia: “Yo me pido al granjero.”
Sara: “Yo os los levantaré a las dos.”
Valeria: “¿No será mucha comida para un paladar tan fino?”
Rebeca: “Yo creo que voy a probar con el que caiga.”
Sara: “Sí, sí, tú inténtalo que seguro que lo consigues. Eres tan guapa…”
Helena: “Ignórala. Es malísima”:







Sofia  registrando la habitación de Oscar.


Sofia: “Seguro que esconde algo más. Está muy raro últimamente...y encima está esa cosa que encontré en su habitación…el muy perro no me ha dicho nada. Por lo menos me podía haber hablado de  su enfermedad.  Podría haber ido con él al médico para pedir un remedio para su desviación.”

Oscar abre la puerta de repente y Sofía pega un salto del susto golpeándose la cabeza con la esquina de la cama.

Oscar: “¿Te asusté? A lo mejor es que no deberías  estar aquí revolviéndolo todo. ¿Se puede saber qué te pasa? Llevas varios días sin dirigirme la palabra y ahora te encuentro aquí buscando vete tú a saber qué. Estas muy rara Sofia.”
Sofia: “Ah…yo estoy rara y ¡Tú! ¿Pervertido?, ¿Cómo se supone que estás?”
Oscar: “No sé a qué te refieres y no me está haciendo ninguna gracia tu tonito así que explícate eso de pervertido.”
Sofía: “El otro día encontré un juguetito, una cochinada de esas sexuales, en tu mochila del gimnasio. Dime la verdad, Oscar, ¿Te gustan los hombres?”
Oscar: “Tú eres idiota, te lo digo yo. ¡Así que lo cogiste tú! ¿Y se puede saber dónde lo pusiste? Llevo dos días buscándolo.”
Sofia: “Lo reconoces. Guarro.  Era tuyo. Esto es muy fuerte pero muy fuerte Oscar. Yo te dejo, de ésta te juro que te dejo…primero te arranco la cabeza de cuajo y después te dejo.”
Oscar: “No es mío. Lo encontré en la habitación de Almudena y pensé que estaría bien que tú y yo probáramos cosas nuevas. Cuando te lo iba a proponer desapareció de mi mochila y ya no tenía sentido contártelo porque sabía que te ibas a poner como una histérica loca.”
Sofia: “Y no te equivocaste. ¿Cómo se te ocurre pensar que yo iba a querer usar eso?”
Oscar: (Suspirando) “Lo imaginaba. Dime dónde lo guardaste para devolvérselo a Almudena antes de que lo note.”
Sofia: “Lo tiré a la basura. No quiero volver a hablar del tema. Ni siquiera sé si quiero creerte. Vete pensando en ir a confesarte con el padre Damián y hacer toda la penitencia que te ponga. Y después vamos al médico. Algún medicamento habrá para quitarte esas ideas de la cabeza.”

Oscar la mira con desesperación y sale de la habitación enfadado.

En el patio. Enrique está regando la rosaleda. Alicia, una de las huéspedes, se acerca  llevando únicamente un bikini minúsculo y caminando de manera insinuante.

Alicia: “¡Qué flores más bonitas! ¿Arreglas tú sólo todo el jardín?”

Enrique sigue regando sin levantar la vista. Alicia se pone delante de él captando su atención.

Alicia: ¡Ay! Me he pinchado con la rosaleda. Menudas espinas...
Enrique: “Forman parte de su belleza.”
Alicia: “¿No te aburres en este pueblo perdido de la mano de Dios?”
Enrique: “La verdad es que no. Tengo todo lo que quiero y todo lo que necesito.”
Alicia: “Mañana por la noche pensamos celebrar una fiesta para Helena  en algún local del pueblo. ¿Hay alguna discoteca?”
Enrique: “Aquí sólo tenemos el bar de Lola. A lo mejor os lo alquila por una noche.”
Alicia: Y a ti, ¿Te gustaría tomar algo conmigo esta noche? Mis amigas son unas aburridas.”
Enrique: “Perdona, ahí viene mi hija Gabriela. Si necesitáis algo, no dudéis en hablar con Doña Mercedes.”

Alicia se queda allí plantada con cara de pocos amigos.

Alicia: “No importa. El que la sigue la consigue. Verdad, ¿rositas? Joder con las putas rosas. Me he vuelto a pinchar. Cualquiera diría que me tienen manía.”…..


Personajes de Casa Rural La Rosaleda


PRINCIPALES:


Enrique: Padre de Gabriela, socio de Casa Rural La Rosaleda al 50%. Se encarga de los jardines de la casa, la piscina y de los animales. Viudo de Rosa. Enterró sus cenizas en el jardín para tenerla siempre cerca. Ejerce de madre de la  familia. No se ha vuelto a casar ni lo piensa pero tampoco pierde el tiempo…

Sebastián: Padre de Isadora, socio de Casa Rural La Rosaleda al 50%. Se encarga del spa junto con su hija. Ejerce de padre de la familia.  No abandona nunca su escopeta. Mantiene relaciones esporádicas con muchas mujeres pero no ha vuelto a comprometerse  con ninguna.

Isadora: Hija de Sebastián. 18 años. Se encarga del spa junto con su padre. Hippie, moderna, y liberal. Su padre piensa que vive exclusivamente  para fastidiarle a él. 

Gabriela: Hija adolescente de Enrique. 15 años.  Escribe el blog “porsinotienesmásvacasqueordeñar.blogspot.com”. Nadie se imagina que es la única que lo sabe todo. En realidad nadie conoce sus verdaderas aficiones.



SECUNDARIOS:


Doña Mercedes: Recepcionista de Casa Rural La Rosaleda, madre de Basilio, el cocinero. Vive pendiente de que ninguna golfa engañe a su hijo. Su pasado tendrá algo que ver en todo esto…

Basilio: Cocinero de Casa Rural La Rosaleda. Mantiene una relación en secreto con la farmacéutica del pueblo por miedo a la reacción de su madre.

Sofia: Camarera de Casa Rural La Rosaleda. Mantiene una relación con Oscar. Vive esperando el día de su boda aunque él ni se lo ha pedido. Un acontecimiento en su vida marcará un antes y un después.

Oscar: Se encarga de limpiar y del mantenimiento de Casa Rural La Rosaleda. Mantiene una relación con Sofía pero no la  que él querría.

Almudena: Ayudante de Enrique en el jardín y con los animales. Lesbiana.  Mantiene una relación con Covadonga, la alcaldesa del pueblo.


DE REPARTO:


Mathias: Pintor bohemio que vive a las afueras. Mantiene una relación de amor libre con Isadora. Nada valorado en el pueblo aunque algunos de sus cuadros están expuestos en El Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Catalina: Pescadera del pueblo. Enamorada de Sebastián. Le persigue sin descanso aunque nunca ha conseguido llevárselo al huerto.

Covadonga: Alcaldesa del pueblo. Mantiene una relación en secreto a voces con Almudena. Con ideas de izquierdas radicales no es muy apreciada en el pueblo. Todos creen que hubo tongo en las elecciones.

Lola: Camarera  del bar “Los Contrarios”. Casada con Hugo y divorciada de su gemelo Lucas. Acaba de tener una hija Julia. Mujer con mucho carácter que hace todo lo que le viene en gana.

Hugo: Dueño del bar “Los Contrarios”. Casado con Lola. Hermano gemelo de Lucas. Calzonazos enamorado de su mujer que no sabe decir nunca que no a nadie.

Lucas: Dueño del bar “Los Contrarios”. Divorciado de Lola. Hermano gemelo de Hugo. Amargado desde su separación. No le queda más remedio que compartirlo todo con ellos porque no tiene donde ir y el bar fue la única  herencia que les dejó su padre. Totalmente opuesto a su hermano gemelo.

Hernández y Fernández: Fuerzas de los cuerpos de seguridad del pueblo. Tratan de hacer cumplir las normas pero la mayoría de las veces son ellos las que se las saltan.

Rodrigo: Amigo raro de Gabriela con el que comparte todos los cotilleos del pueblo. Comparte con ella también sus gustos y aficiones.

Olivia: Profesora de inglés que acaba de llegar al pueblo. Huye de su marido que la persigue a pesar de tener una orden de alejamiento.

Daniel Antonio: Marido de Olivia. Denunciado por acoso y pesado. No puede evitar perseguir a su mujer e intentarlo una y otra vez.





jueves, 27 de mayo de 2010

Fui a un colegio de monjas. Las recuerdo como  señoras finas, educadas, con un culo desproporcionado comparado  con el resto de su cuerpo (las de mi generación se ve que rezaban más tiempo sentadas que de rodillas), atentando siempre contra la capa de ozono a juzgar por la cantidad de laca Nelly que llevaban en la cabeza, con un rictus a lo Esperanza Aguirre que te sonríe como la Mona Lisa pero sin mona, como si te estuviera deseando la muerte en todo momento.

Yo soy más de cagarme en la madre de uno directamente y ellas más de te sonrío, te doy una palmadita y después te digo lo hijo puta que eres pero todo con buenas palabras y cariño, mucho cariño.

La Carreño no era de esas. No recuerdo ni una buena palabra que saliera por su boca con aliento a  mandarina. Profesora de latín. Vestida siempre con un vestido de cierto pelo rojo de manga corta y un jersey cuello cisne con las  mangas a la altura del codo. “No se puede despilfarrar”. Decía constantemente. Siguiendo esa  línea de la austeridad, usaba  la misma libretita (7x7 centímetros) para anotar las notas de todos los alumnos del colegio. En cada página una clase entera y cada año lo borraba todo y vuelta a empezar. Así llevaba 20 años. Por supuesto casi nunca acertaba a poner la nota en el alumno correcto y si protestabas su única respuesta era: “No me repliques”. Y si hacías el ademán de hacerle razonar, su segunda respuesta era: “Te voy a poner un cero cuadrado para que cuando lo vea  en la libretita sepa que hiciste algo muy gordo”. Y por desgracia en ese no se equivocaba de línea. Ya tenías dos.

Podrían  haberle adjudicado  un sillón en la Real Academia de la Lengua a juzgar por todas los adjetivos que usaba para describirnos: “Pelelas, irreflexivas, groseras, barriobajeras, despistadas, veletas, rebeldes, loras, tornadizas, indisciplinadas, arbolarias, aventadas, osadas, atrevidas, descocadas, infelices, inocentes, desobedientes, irresponsables, frivolonas, brujas, monas, distraídas, peste, lanzadas, alocadas, verdularias, oreadas, pajareteras, egregias, bolígrafas, maníacas, cuan locas, derrochonas, dilapidadoras”…ahí es nada…la riqueza de su vocabulario y mi memoria. Han pasado ya 22 años… ¿Seguirá con el mismo vestido?

martes, 25 de mayo de 2010

Para los que sin remordimientos engañan a su pareja.
Para los que sí  tuvieron remordimientos,  pero sólo la primera vez
Para los que lapidarían a todo aquel que tuviera  la desfachatez de engañar a su pareja
Para los que creen que un polvo de una noche no tiene más importancia.
Para los que llevan años con una vida paralela.
Para los ingenuos que piensan que a ellos nunca les ha pasado
Para los atrevidos que aseguran  nunca les pasará.
Para los que comen más de restaurante que en su propia casa.
Para los que ofrecen siempre una dieta tan radical que ni los ven venir.
Para los que juran fidelidad eterna con la boca pequeña.
Para los que son fieles hasta 20 años después de muerto.
Para los  que voluntariamente  consienten.
Para los que hacen con su amante lo que nunca harían con su pareja.
Para los que creen que es imposible que la madre de sus hijos haga las mismas cosas  que hizo  la que pagó la noche anterior.
Para el que ya ha comprobado que la madre de tus hijos las hace mucho mejor que la que pagaste anoche.
Para los que no atienden lo que tienen en casa.
Para los que siempre están atentos a todo lo que otros desatienden.

Para todos los que en algún momento fuimos, somos o seremos y para los afortunados que ni lo han sido, ni lo son ni lo serán….Disfruta siempre  de lo que tienes en el momento que lo tienes. Mañana ya se verá… Y ten cuidado con lo que haces, que mañana te puede tocar a ti…Eso sí…nunca te hagas amiga de la amante de tu pareja. ¡Hasta ahí podíamos llegar! 

lunes, 24 de mayo de 2010

Fin de semana en un  pueblo de la montaña, sin cobertura, sin Internet, sin bares, rodeada de gente de la de antes,  de esa que cree que lo sabe todo y te trata como si fueras un inepto.
 En resumen…tus padres. Pero ¡Qué listos son! Hay mucha diferencia entre decir de alguien que es listo a decir que es un listo. Ellos simplemente entran en el grupo de los que creen que tú eres memo, que no se explican cómo tus hijas no están desnutridas porque no meriendan  a las 5 en punto, hora del día a la que a mi madre se le activa una   alarma en el cerebro y se para el mundo.
Mi novio dice que él no merendó nunca así que  mi madre debe de pensar que el pobre tuvo una infancia muy triste. Si a esto le sumamos que se le cayó el tronco de un árbol  en la pierna y a mi padre sólo se le ocurrió decir: “Anda que estás tú para ir con cabras” en lugar de ver si se la había roto… ¡Qué rápido se le ha olvidado que mi abuela hacia todo lo posible porque él no se enterara cuando había que arreglar algo en su casa! Y todo por una tontería de nada...Se empeño en cambiar el bombín de la puerta de la  entrada y cuando vio que a fuerza de martillazos  no podía, mi abuela tuvo que poner una puerta nueva.  Eso sin contar la vez que  quiso cambiar un dormitorio de habitación y como no entraba por la puerta tuvo la genial idea de serrar la mesita para separarla de la cama. ¡Quedaba tan  bonita aquella mesita con el canto  todo mellado al aire!

Y mi madre. ¿Qué puedo decir? Tengo 38 años y todavía me riñe porque no friego los platos con agua a 35 grados. Yo creo que piensa  que cocinamos con grasa de taller de coches en lugar de aceite. Menos mal que uso guantes…

viernes, 21 de mayo de 2010



PRIMERA TEMPORADA

CAPÍTULO 1.

Han pasado 4 años desde aquel maldito día. La muerte al final me ganó la partida y fue más  irónica que yo.  Me pasé la vida   insistiendo  a los demás  para que disfrutaran de todos y cada uno de sus días como si fuera el último  y a mí me tocó dejar de hacerlo antes de tiempo. Demasiado pronto. Me quedaron tantas cosas por hacer...
Más irónica que mi lista de tareas pendientes, es el que esté aquí,  reencarnada en rosaleda. Yo, que siempre odié la primavera, que soy alérgica al polen y a las flores en general. Y sin embargo estoy contenta. Desde aquí  puedo verlo  todo.  Enrique quiso enterrar mis cenizas en la parte de atrás del jardín de nuestra casa  y justo ahí creció una rosaleda preciosa que cubre y sobresale por encima del muro de la casa. Esa soy yo.  Lo poco  que se escapa a mi ángulo de visión,  Enrique me lo cuenta con todo lujo de detalles, como a mí me gustaría, preguntando y respondiendo él mismo a  la interminable lista de preguntas que yo le haría.
Me gusta casi todo lo que veo. Y es que tengo que reconocer que lo han hecho realmente bien. Todo tal y como  lo habría hecho yo misma  si hubiera tenido un poco más de tiempo. Enrique y Sebastián, mi exmarido, decidieron convertirse en socios y transformaron  nuestra casa en una casa rural. Aunque no tiene que haber sido fácil para ellos compartir el mismo techo, entendieron que era más importante que las niñas no vivieran separadas.  
Ahí viene Enrique. Cada día está más guapo. No me extraña que las mujeres del pueblo se lo rifen. Esto en realidad lo sé por mi hija Gabriela. Todos los jueves por la tarde se sienta con su portátil debajo de la rosaleda y escribe un blog en el que cuenta los cotilleos de los lugareños. Lo hace  en secreto y la verdad es que mucho mejor que algunos no lo sepan porque la llamarían de todo menos bonita. Su entrada semanal se publica todos los viernes  en el tablón de anuncios del ayuntamiento como la hoja parroquial en la iglesia. Ese día siempre hay cola desde las 8 de la mañana  para enterarse de los últimos chismes. Aunque en el último año se han duplicado las altas, todavía  no todos en el pueblo tienen Internet.
Os leo la última entrada para poneros al día.
“Porsinotienesmásvacasqueordeñar.blogspot.com”.
“Ayer al amanecer se vio salir de casa de la farmacéutica al cocinero de “La Rosaleda”. Se cree que estuvieron jugando a  médicos y enfermeras toda la noche. La pobre ilusa  sigue esperando que algún día su novio reúna el valor necesario  para contárselo a su madre, doña Mercedes y puedan formalizar  así la relación. Cosas más raras se han visto en este pueblo.
Como cada vez que honran al pueblo con su presencia, Enrique y Sebastián causaron ayer  gran revuelo entre las solteras…y alguna que otra  casada. Menos mal que sólo venían  al supermercado…  Oí decir a doña Catalina, la pescadera,  que Sebastián está para hacerle algún favor. ¿Sabe alguien a qué favor se refiere?
Don Eufrasio se ha jubilado. Aunque nos hemos quedado sin  profesor de inglés, todavía no he visto a ningún niño  llorando por las esquinas. No se enfade, Eufrasio, que  muy en el fondo le apreciaban. A rey muerto, rey puesto. En este caso, reina. Olivia Sandoval. ¿Cómo suena?, ¿Esconderá algo? Ojala. Con lo que nos gustan los telares a todos.
Mathías, el pintor hippie que vive a las afueras del pueblo, ha ido a pedirle abono de las cabras a Enrique. No creo que sea para usarlo como material artístico para sus cuadros. Deduzco que  en breves momentos todo el monte  va a empezar a oler a “relajación”. Por cierto, ¿No os recuerda a alguien el último desnudo que pintó? Para los menos perspicaces os diré que está expuesto en la entrada de la Casa Cultura. Cada uno que saque sus propias  conclusiones.
En el ayuntamiento la cosa está que arde. En breve puede que se celebre la primera boda entre dos mujeres. Miedito me da ese día. ¿Os imagináis quien puede ser la novia?
Lola, la mujer de Hugo, el socio al 50% del Bar “Los Contrarios”, ha dado a luz a una niña, Julia. 3.300kg. Es igualita a su padre, o a su tío Lucas, que podría haber sido su padre si Lola no se hubiera separado de él hace dos años para casarse con su hermano gemelo. Felicidades a toda la familia.
Hoy por la mañana Sebastián ha recibido un ramo de  flores. Huele a pescado. No quiero decir quien se lo envía pero parece bastante obvio, ¿no?
            Hernández y Fernández, o lo que es lo mismo las fuerzas de seguridad del pueblo han sido vistos en actitud más que sospechosa corriendo por el prado de la señora Eulalia. ¿Estarían persiguiendo a algún sospechoso o una vez más Sebastián y Enrique soltaron a los mastines para que dejaran de mirar a Isadora mientras hace topless en el patio? Me temo que hoy habrá otra charla entre padres e hija.
            Este fin de semana entran nuevos huéspedes en la Rosaleda. El próximo viernes este blog se prevé calentito.”

            “Hola amor. Estás preciosa, como siempre.” Dijo Enrique acariciando las rosas. “¿Qué vamos a hacer con Isadora? Se pasea de aquí para allá luciendo las peras sin ningún tipo de pudor ni respeto. Me imagino que lo encuentras graciosísimo pero para tu información el macho man de tu ex ha ido a renovar el permiso de armas y eso que le caduca dentro de 3 meses. Ahora te tengo que dejar porque esta tarde tenemos huéspedes y no me queda más remedio que ayudar a Oscar a arreglar las habitaciones. Al final siempre soy yo el tonto del pueblo. Todo el mundo se escaquea. Uno con la escopeta, Sofía que no le dirige la palabra a Oscar desde hace dos días, Doña Mercedes que no para de llorar por las esquinas y todavía no sé por qué. Vale, vale…ya dejo de quejarme.”

            Sigue con  la misma mala leche que cuando vivíamos juntos. Pobre Isadora. Cuando se enteren que ella es la del desnudo de Mathias…Yo mejor me estoy calladita porque un día de estos me podan y a ver qué os cuento después…

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