68213 personas más en el paro  que hace un mes. Con estas estadísticas, el mal humor de los que sí trabajamos  debería verse reducido en un 10%.
Si piensas en niños chinos hacinados en sótanos fabricando zapatillas de deporte, las malas contestaciones de los que trabajamos sentados frente a una pantalla  deberían reducirse en otro 10%. 
¿Estas picando piedra en una mina? ¿Quizá en un tejado a 40º C bajo el sol? Noooooo!!!!!!!! Tenemos calefacción en invierno y aire acondicionado en verano.  10% menos de malas caras.
¿Salvas vidas? ¿Trabajas en la NASA? ¿Pulsas  ese botón rojo que hace que cambie el mundo en cuestión de segundos? Ah, tampoco!!!!!!!!!!! Que eres un puto mindundi con pocas posibilidades de ser alguien realmente importante (cuando digo importante no digo jefe, estoy diciendo IMPORTANTE con mayúsculas). Por lo tanto 10% menos de stress.
Yo trabajo en una empresa que, teniendo en cuenta  el comportamiento de sus trabajadores,  no sé si es la NASA a veces o un patio de colegio otras. A juzgar por su actitud, muchas veces me pregunto si algunas personas tienen vida más allá de su trabajo; qué puesto ocupa su familia, su pareja, sus hijos, su tiempo libre…
Definición de trabajo: “Acción de trabajar (me descojono si pienso en algunos de los que me rodean). Esfuerzo humano aplicado a la producción de la riqueza. (¡¡¡Esfuerzo!!! Y si miro mi nómina lo de la riqueza como que tampoco lo entiendo mucho).
Para mí,  el trabajo es un sitio donde voy a ganar el dinero que me hace falta para vivir bien, el dinero que me da la posibilidad de disfrutar de lo que realmente es importante en la vida. Por lo tanto, nunca se me ocurriría ir allí  a pelear por destacar, a matarme por figurar, a discutir, a amargarme la existencia. No jugaría nunca al “hoy te ajunto, hoy ya no te ajunto. No me vale el: “Es que fulanita me dijo…., y yo le dije…. y después vienen papá y mamá o la profe del cole y ponen orden”.  No cobro tanto como para hacer todas esas cosas tan ridículas.
Alguien me dijo una vez: “Rosa, no todo se arregla echando un polvo.” La miré con cara de haba. Han pasado 6 años desde ese día y sigo pensando que si todo el mundo echara uno antes de entrar  a trabajar, nos dejaríamos de tanta tontería, de tantos disgustos sin tón ni són, de tantas broncas…Todo el mundo tendría una sonrisa en la cara permanentemente y cuando alguien te dijera algo para tocarte los cojones pues le mirarías como quien oye llover y a otra cosa mariposa.
¿Será tan difícil limitarse exclusivamente a  hacer eso por lo que nos pagan?
Yo trabajé durante más de una año en una empresa  en el que no me hablaba ninguno de mis compañeros. Otros… habrían ido al psicólogo. Yo… estaba encantada. En esa ocasión mi trabajo tampoco  era la única fuente de mis  alegrías en la vida.