Con la tecnología de Blogger.
¿Cuántas veces has dicho “Ya no puede pasarme nada peor” y te has equivocado? ¿Cuántas veces has dicho: “Algún día me reiré de esto…pasará mucho tiempo pero terminaré viéndole la gracia”?


Si has tenido un mal día, si crees que ya no puede pasarte nada peor o todavía no has olvidado eso de lo que tardarás mucho en reírte, entra en este blog y comprobarás que no eres el único. La idea no es consolarse con las “desgracias” ajenas, sino aprender a reirse de lo que haya podido convertir tu día en un infierno.

lunes, 17 de septiembre de 2012


Está visto que hoy es el día de los noticiones. Por un lado va y dimite Esperanza Aguirre (la mujer del rictus más odiado y desagradable  sobre la tierra). Y otro y no por ello de menos trascendencia mundial,  está  el escándalo de  Kate  Media tonelada (Kate Middleton para los amigos). ¡¡¡¡Se le han visto las tetas!!! Los titulares de  los periódicos sobre este tema me dejan perpleja. Me han hecho recordar una vez que fui a la piscina con mi novio (uno que tenía con 16 años) y al darme la vuelta en la toalla se me salió una pecho  del bañador. Su cara fue un poema pero aún así mantuvo la compostura e hizo como que no lo había visto. Años más tarde me   confesó  que sí y también que se había puesto como una moto ante  semejante visión. ¿Será que a la gente que le ve las tetas a la Middleton le  pasa lo mismo? Si no es así, no entiendo la escandalera por unas putas tetas que encima como mucho son de la talla 85 que ya me dirás tú…Y ella como loca intentando confiscar lo que todo el mundo ya ha visto. Claro,  como no la persigue nunca nadie, seguro que  dijo: “Me voy a despelotar aquí, Willy my Darling, que no nos ve nadie.”

Entre tanta pechuga no me voy a olvidar de la Espe que ahora ha decidido convertirse en gallinita para sus polluelos. Me parece estupendo, dando ejemplo de los preceptos de su partido. Las mamás en casa a cuidar de sus hijitos y sus nietos. De aquí a hacerles comiditas no queda  nada.  Eso sí, a comer todos en casa  que el comedor del cole está por las nubes y ahora te cobran hasta por calentar el tupper. La única  pena de su decisión  es que no lo hubiera tomado  hace miles de años pero claro…de haberlo hecho antes   no se habría enriquecido  a costa de los demás y ahora, ¿Cómo iba a vivir ella sin su chofer, su personal de servicio, sus trajes, su personal shopper  (ya me dirás tú de qué le sirve) y un sinfín de detalles  sin importancia que la invalidan para tomar decisiones muy serias sobre el resto de los mortales. Subo el transporte público pero nunca lo uso. En general… predico sobre la austeridad cuando tengo un patrimonio de millones de euros ganado honradamente  con tu sueldo de político.

Ay, Espe, la falta de humanidad se paga y como dice el dicho: “Siéntate a esperar y verás pasar el cadáver de tu enemigo.”

Por cierto, mira a ver si convences a la Botella que también tiene muchísimos nietos que cuidar y un marido al que atender.

lunes, 10 de septiembre de 2012


                La noticia del día de hoy  es que los niños volvían al cole. Guauuu!!!Menudo notición. Pues sí, de una tontería como esa que sólo debería preocuparnos e indignarnos por el precio de los libros y el negocio que tienen montado las editoriales, los programas del cotilleo consiguen llenar  horas muertas. Fotos y más fotos  de  famosos con sus mejores galas acompañando a sus retoños en su primer día de clase. En muchos casos con padre y madre incluidos  que queda mucho mejor y da una imagen de unidad familiar incuestionable.  

Hace un año Cayetana enviaba  a su hija a un internado en Londres durante todo el año. En cambio ahora la lleva al cole con su propio coche. La pobre sólo  tiene 13 años y no puede ir sola. Anda que como la infanta Cristina tenga que meter a sus 4 churumbeles junto al pequeñín y honrado de su marido en el Volkswagen Golf  que usa ahora… Ya me estoy imaginando la  conversación mantenida  hace un par de semanas entre ella y una de las mujeres de servicio:

-“Venga, anda, devuélvemelo que me ha dicho el asesor de imagen que tengo que parecer una mujer austera.”

-“Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita”

-“Venga, vale, te  lo cambio por un Audi A3 que de esos me sobran  4. Ahora lo que necesito es mi Golf. A ver cómo consigo meter dentro  a todos los guajes  el día que empiecen las clases. Si encontrara a alguien que tuviera un Seat 131 Ranchera, ya  sería la leche porque el pequeño Juan entraría perfectamente en el maletero”.

-“Bueno, pero quiero uno que sea gris perla. Y, ¿Qué me dijo usted que hiciera con estas zapatillas de los niños?”

-“Mételas en la lavadora tantas veces como haga falta hasta que parezca que las han heredado de sus primos. Total a Felipe Juan Froilán de todos los Santos no le vale ninguna desde que se disparó el dedo.  Y vete cosiendo coderas y rodilleras en los jerséis y en los pantalones. Si consigues encontrar   unos con bolas te subo el sueldo. Dile a uno de los guardaespaldas que  te lleve hasta  Caritas. Seguro que allí hay de todo pero dile que no aparque el Mercedes cerca. Los muy cabrones se niegan a usar los Dyane 6  que nos costaron una pasta para la “operación austeridad”.

Aunque pueda parecer una madre desnaturalizada este año ya sé cómo se llaman las profesoras de mis hijas. Voy mejorando. No me ha llevado todo el curso. De aquí a llevarlas yo  al cole el primer día, hablar con el resto de las madres, parecer que me va la vida en ello,  echar almidón al babi de las niñas y plancharlo, apuntarlas a tenis, golf y macramé no me queda nada.

 

 

viernes, 7 de septiembre de 2012


 

 

¿Quién no ha conocido en su vida a una de esas personas a las que estás convencido que les robaban el bocadillo de pequeño? A menudo nos cruzamos con gente que te provoca preguntarles: “Pero, a ti ¿Qué coño te pasa? ¿Te pegaba los niños en el cole? ¿Eras de esos con los que los compañeros se ensañaban y les gritaban en el patio: Cuatro ojos o rompetechos? O las otras niñas escribían en la pizarra mensajes del palo: “Eres más fea que un coche por debajo”.

A veces las experiencias que sufrimos  de pequeños deberían servirnos para hacer justo lo contrario a lo que vivimos. Ya sabes: “No hagas nunca lo que no te gustaría que te hicieran a ti”. Sin embargo, mucha gente opta por  la reacción contraria. Hacen una libre traducción  de la frase a su propio antojo y dicen: “Ahora os vais a cagar. Ha llegado mi momento y voy a jartarme a bocadillos…todos los que me quitaron y más.” Como si del zorro se tratara se dedican a hacer justicia jodiendo a gente que ni les va ni les viene. Cualquier blanco es bueno para descargar su frustración.

No hay nada peor que vivir anclado en el pasado y no avanzar. No fuiste feliz entonces  y tampoco creo que convertirte en un cabrón /a ahora,  consiga  que las cosas vayan a mejorar para ti.

Y si finalmente decides seguir así y ya no tienes remedio,  puede que algún día te encuentres a un enajenaó  que decida volver a quitarte el bocadillo y darte un par de hostias a ver si así espabilas de una vez. No querías “pasado” pues toma “pasado”.

miércoles, 5 de septiembre de 2012


 

 

Vas a la peluquería a cortarte el pelo y tienes que escuchar: “Pero…¿¿¿Qué le haces al pelo???? ¿¿¿Con qué lo lavas??? ¿¿¿Con jabón Lagarto???

Tú, ya con miedo,  le respondes: “Lo lavo cada 3 días con champú normal  y como mucho me atrevo a hacerle coletas”.

La peluquera te mira como si tuvieras tres años y fuera tu madre a punto de darte un bofetón para que espabiles: “Pues hija no tiene  brillo ninguno. Se te va a terminar cayendo enterito y luego vendrás a que hagamos milagros…como si lo viera”.

Me humilla, le pago y me voy corriendo a comprar mascarilla Kerastase.

Vas a la esteticién  a hacerte una limpieza y tienes que escuchar: “Pero… ¿Qué crema usas para la cara? La tienes hecha un asco. Parece el desierto del Gobi, toda cuarteada”.

Con miedo y al borde de las lágrimas respondo casi en un susurro por miedo a que me arree una torta: “Pues yo me echo la crema del Mercadona que dicen que es muy buena”.

“Pues hija, cambia de crema porque esa te viene fatal. Dentro de nada tendrás la piel de una mujer de 70. A ver qué opina tu pareja entonces…si todavía la tienes, claro.”

Me humilla, le pago y me voy corriendo a comprar una de Clinique.

Vas al dentista a hacerte una limpieza y sales de allí con un presupuesto de 1300 euros dentro del bolso. “Pero… ¿Cuánto hace que no te haces una limpieza? Esta muela está para quitar, esta también, ésta no sé si tendrá arreglo, necesitas dos empastes...Apunta, Puri, la 36, la 37, la 38, la 39 y así hasta un número que no sabía ni que existiera dentro de la boca.”

Me humilla, le pago la consulta y salgo  de allí después de haber pedido disculpas por tener una boca que  ni la del cuñaó en sus peores momentos y después de haber dejado voluntariamente que le hagan una fotocopia a la cartilla del banco para que me pasen todos los meses una cómoda cuota mensual y arreglar así el desperfecto.

            Vas a comprar ropa y coges la misma talla de siempre. Llegas al probador y casi no te sube de las rodillas.  ¿Cada vez hacen la ropa más pequeña o quieren amargarme la vida? Pareciera  que el mundo entero se ha confabulado contra mí.

            Traducción positiva de tanta humillación: Voy al bar, bebo 4 cervezas. Me las ponen con tapa y sin preguntar: ¿¿¿Te vas a meter todo eso para el cuerpo??? Me alegran la tarde. Nadie me humilla. Pago mucho menos que en los demás establecimientos de personas sin sentimientos y durante un rato se me olvida que se me va a caer el pelo, que tengo la piel como un lagarto, que estaré destentada en breve y que dentro de nada tendré que ir a tiendas XXXL.

 

 

lunes, 3 de septiembre de 2012


Después de 5 o 6 meses (ya perdí la cuenta)  por fin volvemos a tener mando a distancia de la tele. Muchos se preguntarán: ¿Cómo podías vivir sin él? Pues te adaptas. Bueno…puntualizo, mi novio sube y baja el volumen y  también cambia de canal  según sea necesario y yo me adapto desde mi nuevo chaise longue. …Sin mando a distancia  es cuando  te das cuenta realmente de que debería haber una ley que regulara que la publicidad y el resto de la  programación se emitieran al mismo volumen. Para alguien como  yo, que  sólo puedo escuchar  la tele al 8 y sólo al 8, esa diferencia resulta crucial. Al 7  no oigo nada (mi novio me grita: “¿Te traigo unos “cuitis”? que deben de ser la versión venezolana de los bastoncillos de toda la vida y otras veces desde la otra punta de la casa le oigo susurrar: “Mierda pa los sordos” esperando que le conteste con algún insulto. Pues va listo…) Y si pongo la tv…bueno, mi novio la pone  al 9 estoy convencida de que acabaré sorda de los agudos que me lo han dicho en el reconocimiento médico de empresa.

Yo podría quedarme tirada en el sofá  como una vaca aunque en la pantalla sólo salieran  puntitos y rayitas pero él es capaz de sentarse aguantando el equilibrio en un lateral del mueble, ver la tele de perfil y apretar sin parar el botón de subir y bajar tantas veces como sea necesario con tal de ver la final del Roland Garros y los penalties de la selección en el mundial al mismo tiempo. Y yo al final ya no distingo  a Nadal de Iniesta. Y mira que es difícil confundir a este desnutrido con el de Man´s Health.

En breves se cumplirán también dos años desde que decidí retirar la plancha a alguna esquina olvidada del trastero. Habrá quien se pregunte: ¿Cómo podéis vivir sin planchar la ropa? Pues no sólo te adaptas. Además te das cuenta de todo el tiempo que perdiste haciéndolo hasta entonces. Pensar que mi madre me planchaba  las bragas doblándolas en tres partes...  Por suerte o por desgracia a la generación de nuestras madres y abuelas nadie les explicó que los vibradores ya se vendían  en la sección de electrodomésticos de los supermercados  mucho antes que la plancha y la aspiradora.  De haberlo sabido seguro que muchas de ellas no se hubieran molestado tanto en plancharlas. ¿Para qué…?

Siguiendo esta misma línea de abandono de las últimas tecnologías, mi novio y yo ahora sólo tenemos un móvil para los dos y vamos intercalando las tarjetas. La verdad es que tenemos otro pero cada vez que tengo que pulsar una de las opciones en la pantalla me quedo sin huellas dactilares de tanto apretar. No es la primera vez que nos dan las dos de la mañana intentando poner la alarma del despertador y me duermo con agujetas en los dedos.

¿Cuál será el siguiente paso en la vuelta a la prehistoria tecnológica? Mi novio votaría por el ordenador. Si pudiera lo haría desaparecer  hoy  mismo...ahora mismo diría yo a juzgar por su cara. Alberga la extraña esperanza  de que si  eso sucediera y yo ya no perdiera mi tiempo delante de la pantalla, él conseguiría sus “sanos” propósitos mucho antes de lograr poner la alarma en el último grito de la tecnología…

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