Hoy me voy a permitir  imitar  a Barden  en la entrega de los globo de oro. Carezco de su profunda  voz  y mi novio tampoco tiene la melena al viento de Pé, pero le voy a dedicar esta entrada  porque  hoy es su cumpleaños. 33 añitos cumple el yogurín.
A mi gaseosilla particular que un día se va a volatilizar  por combustión espontánea cuando algo no le guste. Te quiero,  aunque con ese carácter tan dócil, menuda vejez nos espera. Emprendedor donde los haya. Siempre viendo el negocio del siglo en unas  cabras o incluso en perritos calientes callejeros. Ojala algún día dejes de convertir nuestra economía familiar en una ONG ambulante…de esas que ni siquiera desgravan.  
            Tengo que agradecerte que en  estos 5 años de relación hayas tenido la paciencia suficiente para tolerar que mi exmarido entre en nuestra casa como Pedro por su casa. Que arregle enchufes que tú ya  habías desahuciado, y que grifos que se movían más que los precios en rebajas, quedaran firmes como una roca. Todavía recuerdo el día que llegaste a casa y te encontraste la puerta cerrada. (Yo no tengo la culpa que tu hija Valentina se intente escapar de casa cada vez que nos despistamos). Recuerdo tu mirada asesina cuando por fin abrí la puerta. Miraste a la derecha, viste las niñas en el sofá. Miraste a la izquierda y allí estaba Gustavo en la cocina colocando la comida en el frigorífico. ¿Y yo????? ¿Qué hacía yo en la cocina sola con él y con la puerta de casa cerrada con llave???
 Pero 5 años más tarde ya has aceptado  que para mí todo eso es normal, que no le veo el drama a  situaciones en las que otro sufriría un infarto tras otro. Eso se llama fase de entendimiento, fase a la que pocas parejas llegan porque ya lo han dejado antes. Para ti: “fase de resignación y paciencia”. Menos mal que sé que estás enamorado…y no sólo de las cabras.
No creo en el matrimonio. Sólo sirve para perjudicar una relación,  sentimental y económicamente. A veces crees que lo digo porque yo ya viví esa experiencia….y  menuda experiencia…e ignoro lo que tú puedas querer. Para que veas que no es así, elige un aniversario, el  que quieras, para celebrarlo a lo grande…como si fuera una boda auténtica,  pero sin papeles…odio esos papeles en los que uno echa una firma y parece que ha cedido los dos riñones.
Espero tu propuesta en mi blog….ya sabes que se puede colaborar.