Con la tecnología de Blogger.
¿Cuántas veces has dicho “Ya no puede pasarme nada peor” y te has equivocado? ¿Cuántas veces has dicho: “Algún día me reiré de esto…pasará mucho tiempo pero terminaré viéndole la gracia”?


Si has tenido un mal día, si crees que ya no puede pasarte nada peor o todavía no has olvidado eso de lo que tardarás mucho en reírte, entra en este blog y comprobarás que no eres el único. La idea no es consolarse con las “desgracias” ajenas, sino aprender a reirse de lo que haya podido convertir tu día en un infierno.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

                                                                                         



Si mi novio me habla de algo de lo que ya me habló (según él, claro) y lo que me  dice me suena a chino, tengo que escuchar: “Es que nunca me haces caso cuando te hablo, no me prestas atención. Tú sigue en  internet y a mí que me den por ahí.”

Pero… ¿Qué pasa cuando yo le hablo de algo de lo que ya le hablé (según yo por supuesto) y es a él al que le suena a chino lo que yo le digo? Pues entonces tengo que escuchar: “Si es que no me cuentas nada. De todo me tengo que enterar de rebote y por los demás. Ahora te inventarás que me lo contaste. A saber a quién se lo dijiste. Mira, mira…prefiero no saberlo y me voy a callar que la tendremos muy gorda”.

¡Pues no va ahora y  dice que se ha cansado de ser él el que está todo el día encima de mí! Me dice que me lo curre yo y le demuestre que me importa. Pues claro que me importa pero no entiendo por qué tienen  que cambiar las cosas. Yo soy un animal de costumbres y estaba muy bien acostumbrada. He pasado de huir a  todas horas por la casa a tener que pasearme desnuda hasta para calentar la leche en el microondas. Me mira de reojo, se ríe pero no te creas que se acerca o dice algo, noooooo, se hace el pendejo, como si no fuera con él y yo estuviera loca. Y eso que como todos los hombres tiene ese apéndice que le delata continuamente. Eso sí, con  la caradura de decir que eso no cuenta, que el bicho  tiene vida propia, pero que no significa nada.
Desde hace días duermo sin ropa. Me abrazo a él toda la noche, ahí pegada como una lapa. Menudo calor. Cuando se despierta dice: “Pero cariño, ¿Cuándo te quitaste el pijama?” Tendrá morro…  Paso de revisarle las uñas porque seguro que se las ha comido todas,  una por una durante  toda la noche.

Yo no sé cuánto le va  a durar tanta dignidad pero espero que el verano siga alargándose porque si no, no sé si ganaré para Frenadol este invierno.

Con lo cómodo que era todo antes…

domingo, 25 de septiembre de 2011

¿Cuántos estáis de acuerdo que es el Lobato  el que gafa a Alonso? No ha empezado la carrera y  ya está el tío comiéndole el nabo: “En una hora dará comienzo  la carrera por antonomasia de Alonso. 3 veces se ha disputado, y tres podios. Triunfo garantizado. ¡Qué emoción! La única duda es si será primero, segundo o tercero.”
Rosa: “Ya la cagó. Fijo que rompe el coche o queda detrás de la ambulancia”
Mi novio: “Joder, Rosa, mira que eres radical.”
Rosa: “Radical no. Es la puta verdad. Cada vez que ese tío abre la boca, el pasmaó del otro la manga. Alonso coge una curva un poco rápida y el calvo tiene que taparse con el micrófono para que no notemos que está empalmaó. Jajaja. Es como esas personas  que se ponen cachondas al escuchar determinadas palabras. Alonso describe las piezas del volante y al otro le brilla la calva.”
 Mi novio: “Madre de Dios. Sacrílega.  ¿Qué sabrás tú de deportes?”
Rosa: “Más que tú. Es como la liga. Menudo montaje. Y luego criticas a los del Deluxe o la Noria.”
Mi novio: “¡Qué estúpida  teoría tienes ahora!”
Rosa: “Estoy segura de que los del Barca y el Madrid tienen todo amañaó. O,  ¿A ti no te parece un poco raro que justo vayan perdiendo y empatando al mismo tiempo?”
Mi novio: “¿Raro? ¿Por qué iba a ser raro?”
Rosa: “¿Ves como no sabes nada de deportes? Mucha técnica y muchas reglas pero las cosas importantes las desconoces.”
Mi novio: “Sé que me arrepentiré pero…explícate.”
Rosa: “Todos los demás equipos se quejaban de que la liga era cosa de dos y que no tenía emoción. Así que entre los de Barca y el Madrid han decidido dar ventaja al resto. Estoy segura que Casillas le manda sms a Villa y Xavi se los manda a S. Ramos y acuerdan perder y empatar para estar iguales. Y dentro de un par de jornadas  cuando los demás equipos  ya lleven algún punto se pondrán a jugar en serio.”
Mi novio: “……)P/?$&$)8P(/=&%%&·/%$”&$·!/P)=/=”
Rosa: “Seguro que salen de copas juntos y se descojonan de todos nosotros y de los demás equipos”
Mi novio: “Claro…y Pep y Mou también están de acuerdo…no me digas más.”
Rosa: “Nooooooooooooo. No entiendes nada. Ellos no lo saben.  Ufff….el día que esto salga a la luz se les va a caer el pelo. Les van a tener corriendo  hasta el día del juicio final.”
Mi novio: “Y va a salir a la luz porque tú lo vas a contar…no me digas más.”
Rosa: “¡Te lo dije! ¡Cuarto! Jajajaja. Y ahora dirá el Lobato que fue por culpa de alguno de los otros corredores. Fijo.”

Horas más tarde…

Rosa (leyendo noticias en Internet): “Jaime-Alonso ¿Guerra a la vista? …Si ya sabía yo que la culpa la iba a tener algún otro…Mira que es cansino…Seguro que ha sido el Lobato el que le dijo por el pinganillo: “Alonso, eres el mejor. No ha sido culpa tuya. Reclamaremos. Si no hubiera sido por ese payaso, habrías ganado un podio. No te preocupes. Yo te quiero, te idolatro, te adoro, te admiro igual. Ahhh, ahhh, ahhhh….ya me he puesto perdido otra vez. “

jueves, 22 de septiembre de 2011

El viernes caerá un satélite sobre la tierra. Eso han dicho las noticias. Da tantas vuelvas al día alrededor de nuestro planeta  que los organismos competentes no han podido  precisar aún el lugar del impacto. Tampoco han comunicado el tamaño aunque si corre tanto,  digo yo que será pequeño. Claro que, a lo mejor pequeño implica en este caso  toneladas listas para hacernos desaparecer del mapa ipso facto. Seguro que omiten la información para no asustarnos.
Si salimos bien parados  de ésta y no nos toca morir aplastados por el  satélite ni por el tsunami que provoque al  caer el mar (si cayera en el agua),  llegaremos al 2012, año bisiesto. Según mi madre, año de desgracias.  La gente no podrá casarse ni tener hijos, ni montar negocios y muchas más cosas,  destinadas todas ellas, según mi madre vuelvo a repetir, al fracaso por el antojo de comenzarlas en bisiesto. ¿Cómo si no pudiéramos esperar al 2013?  A duras penas  llegas a fin de año sin sufrir ninguna penuria de estas anunciadas por mi progenitora, mi  “Meusdamus” particular. Pues ya te anuncio que  te va a dar igual porque si tenías la ilusión de que en el 2013 saldríamos por fin de la crisis, nos concederían ayudas para  todo, y los menos arriesgados se decidirían por fin  a hacer todo lo que dejaron por hacer en el 2012, pues no. Ya dijeron los Aztecas en su día (no los Mayas como cree la mayoría), que llegaba el fin del mundo. Vamos… que  en el 2013 no queda aquí ni Dios.
En realidad…el satélite seguro que no cae en España. Aquí no cae ya,  ni el Gordo en Navidad. El año que viene deberíamos hacer  todo lo que se nos ocurra y más. Los bisiestos tienen que dejar de estar marginados. Mi madre creará un grupo en facebook: “Señoras que reniegan y farfullan da igual sea bisiesto o no.” Y antes de llegar a diciembre del 2012, haremos caso a los Mayas. El mundo no se acabará después de comer las uvas. En realidad, ese  el momento de decidir cómo quieres vivir el resto de tu vida. Todo es una dualidad. Y en tus manos está el camino que elijas. Por lo tanto habrá que  empezar el 2013 con buen pie porque marcará el resto de nuestra vida…hasta que llegue otro “profeta” y diga que el mundo se acaba de nuevo en….

martes, 20 de septiembre de 2011

                                                                                             Dicen que hay siempre una primera vez para todo en la vida  y esa primera es  la única que realmente  cuesta. Las siguientes vienen  todas rodadas. La primera mentira te mina la conciencia  de tal manera que  no te deja dormir (algunas personas sí pueden,   pero estaríamos hablando de mentirosos patológicos…no cuentan). La primera vez que engañas a alguien y después no sabes cómo mirarle a la cara sin que se te note (a algunas personas tampoco les pasa pero,  estos ya son profesionales…no cuentan), la primera vez que le das una hostia a alguien (a algunos tampoco les pasa pero ya serían maltratadores...no cuentan).
                                                                                             En las relaciones pasa algo parecido. A mi primer novio le dejé porque me dio un beso en nuestra primera cita, sin lengua ni nada pero a mí ya me parecía que se había propasado. No sé lo perdoné y eso que me regaló un reloj amarillo con el dibujo de un pajarito en el medio de los que vendían  en Más barato que en Canarias. El segundo novio que tuve  sólo se atrevió a darme el primer beso después de recorrer la misma calle arriba y abajo durante dos  horas. Todavía no sé cómo algún vecino no nos denunció como  sospechosos. Tenía 5 años más que yo pero al pobre  le faltaba decisión. Nunca pasamos de besos a tornillo sin transferencia de saliva por medio…que ahora es algo que me parece digno del Guiness.  Y llegó el tercero. Este fue más listo y  con él  bebí mi primera cerveza. Un macarra de mucho cuidado que me tenía fascinada con aquellas medias negras de lycra que llevaba y  me convertían a mí  en la más guays del colegio. Con éste ya supe lo que era un beso con lengua pero hasta ahí llegamos. Y vino el siguiente. Y recuerdo que con el primer beso me hizo cosquillas hasta la campanilla del impulso que cogió. “¡Por Dios, me vas a poner perdida con tantas babas!” Ya adolescente  era tan sutil como ahora. Superado ese primer trago (qué gráfico y qué real  queda eso del trago) llegamos más lejos. Casi un año más tarde pero llegamos. Eso sí, el corazón a 200 por hora. Seguro que todos os acordáis de la emoción que sentisteis la primera vez que os metieron o metisteis mano. ¡Qué frase más soez! Me acuerdo siempre de dos expresiones de cuando era pequeña: “¿Te pidió salir? o ¿Te pidió de salir? que decían algunas más cultivadas y “¿Te metió mano?” que también era  igual de bonita. Y si tardó un año en hacer eso tan emocionante, pues tardó otro en llegar más lejos. Si lo pienso ahora… ¡Cuánto sufrió la salud de aquel muchacho en esos dos años! A calentón diario. Eso tiene que repercutir sobre tu cuerpo a largo plazo más que la dieta Dukan. Y cuando por fin avanzó,  yo reculé y vuelta a empezar el proceso pero con otro un pelín más atrevido. A este sólo le costó un año llegar a la meta. Y así sucesivamente hasta el último,  al que  conocí una noche, pasamos directamente a la última fase  y se quedó a vivir en casa. De eso hace más de 6 años. Y es que el tiempo apremia. Ya no está una para andar tomando cafés.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Nos pasamos media vida deseando lo que no tenemos y la otra mitad en búsqueda de  novedades  cuando ya hemos conseguido las  cosas que en un primer momento nos parecían inalcanzables. ¿Inconformistas, inseguros o caprichosos? Yo tengo de todo un poco.
Tengo congelado en la nevera todo aquello y a todos aquellos que por algún motivo no quiero que me molesten. No con la intención de que les pase algo malo pero sí con la esperanza de que ellos no consigan  que me suceda a mí. Hace días, por curiosidad, descongelé todos los cubitos que había y comprobé que en cuestión de dos años mis “miedos” y mis “deseos”  habían cambiado sustancialmente. Los volví a llenar otra vez pero sin coincidir en nada con lo que había escrito en su momento. Va a ser que soy un poco veleta y  en cada momento de la vida ansiamos cosas muy diferentes. Me río pensando en la de veces que habré  llorado lamentándome  por algo que no conseguí  o por algo que perdí (en realidad, yo sólo lloro viendo la tele pero me entendéis lo que quiero decir porque seguro que más de uno habrá llorado a lo tonto a lo largo de su vida). Si supiéramos esperar un poco y no nos dejáramos ahogar  rápidamente en un mar de lágrimas comprobaríamos que con el tiempo esa lamentable pérdida  no lo era tanto y al final siempre hay un salvavidas del que echar mano en cada caso.
Me causan admiración las personas que desde pequeñas  ya saben lo que quieren y nunca cambian de opinión. Yo desde renacuajo  ya quería ser independiente, vivir fuera de casa y no fregar nunca ni un plato más (grandes aspiraciones como veis). Cuando fui adolescente seguía queriendo vivir fuera de casa. “Yo de mayor quiero casarme y tener hijos” (Pensándolo fríamente casi que prefiero  las aspiraciones que tuve durante la infancia). Los vestidos de novia han hecho mucho daño a las mujeres a través de la historia universal. Llegó el momento de pasar por el altar y entonces ya  no quería casarme. Se me antojó conocer mundo. Era el momento de “conocerse a uno mismo”. Me desternillo  cada vez que le oigo esa frase a algún friki de los que van a los realities. Yo no me imagino con casi 60 año como Rosa Benito  diciendo: “Aunque soy consciente que todo se magnifica (esa es otra perla), estoy muy agradecida con esta experiencia porque me ha brindado la oportunidad de encontrarme  a mí misma.” (Uno ya no sabe si ha estado de supervivencia o de ejercicios espirituales).
Cuando ya te has encontrado  y has  experimentado lo que querías y algo más, vuelves. Y resulta que ahora quieres lo que dejaste. Pero ya es tarde. Y lloras por la pérdida. No tiene sentido pero…joder…¡¡¡Si era mío!!! La verdadera pena es esa, que ya es de otra y eso jode…no sabéis cuánto… De nuevo queremos lo que ya no tenemos.
Para entonces el matrimonio ya no significaba nada para mí. Pero la idea de “quedarme sola” sí. “Y si nunca encuentro a nadie. Y si no comparto mi vida con nadie. Y si…Y si…” Y…nada porque al final esa circunstancia no se ha dado. Y claro, como no podía ser de otra manera  a veces anhelas la soledad.
 Si ahora no tuviera hijas estoy segura que diría: “Y si hubiera tenido descendencia…” pero como las tengo ahí todo el día: “Me aburro, tengo hambre, tengo sed, tengo sueño, me canso, ¿Qué hacemos? ¿A qué jugamos? ¿Dónde vamos?” pues digo: “Y si estuviera sola y tuviera todas las tardes del mundo para mí…ummmm”
Soñé con vivir en Nueva York o en cualquier capital del mundo rodeada de miles de personas y hoy por hoy  desearía vivir en un monte perdido donde no se escuchara  más ruido que el de los árboles. Quise ser alguien importante y ahora, si viviera en ese rincón perdido, montaría “Tasca la Rosi” donde la gente se serviera ella misma. Si tengo que estar sentada en un mesa escribiendo mientras bebo cervezas no puedo estar en todo…digo yo.
Ahora que lo pienso…ya de pequeña me encantaba beber cerveza…Ya sabía yo que si ahondaba un poco, en algo tenía que ser constante…

martes, 13 de septiembre de 2011

20 minutos para acabar  un único  punto  en el partido de Nadal-Djocovic.  40-40 y una AD que sube y baja todo el tiempo para mi desesperación. ¿Soy la única a la que el tenis  le parece aburridísimo? Pero…  A ver quién es el valiente que   le arranca el mando a mi novio antes de que acabe el partido para poder poner el canal de telenovelas... No presto mucha atención a lo que ocurre  pero sí escucho  comentarios alentadores  sobre  Nadal: “O esto cambia o que  lo de ya  por perdido” “¡Qué mal, qué mal Nadal!” “Esto va ser imposible”. Y digo yo,  ¿Por qué contratarán  agoreros como comentaristas? Sabrán mucho de tenis pero nunca han oído eso de: “No menciones aquello que no quieras que suceda”.  Si yo fuera el mallorquín les demandaba por gafes  según saliera de la cancha. Nadal se seca el sudor con una toalla cada vez que acaba un tanto, se saca los calzoncillos  una media de 10 veces por minuto, se coloca la camiseta, los calcetines, el pelo que no tiene porque lo lleva detrás de la cinta cada vez que saca, se peina las cejas con los dedos (sólo le falta chuparlos previamente con saliva). No sé de dónde saca tiempo para jugar al tenis  con tanto ritual.  Djocovic no se queda atrás. Bota la bola un mínimo de 20 veces antes de sacar, varias con la mano y otras tantas con la raqueta, se limpia todo el tiempo la boca  con la muñequera (luego habrá taraós  que quieran que se la regale).  
Hasta que no salen los puntos en la esquina de abajo no sé realmente quien ha ganado o perdido el tanto. Lo que más gracia me hace es ver cómo la gente en las gradas  gira la cabeza de lado a lado según quien golpee la bola.  ¿No habrá nadie capaz de mirar la cancha entera de frente?  
Mi novio se sabe de memoria los reglamentos de todos los deportes habidos y por haber y por más que me los explique sigo sin entender lo que es un córner, quien gana la pole en los campeonatos de motos o coches con tantas Q, o cuando se hacen  triples en baloncesto… Y la gran incógnita… ¿Quién comentará los campeonatos de gimnasia rítmica, patinaje artístico o natación sincronizada  el día que muera la mujer  que lo hace siempre?  El día que suceda espero  no pongan a los que están comentando este partido porque no volvemos a ganar en la puta vida.
Mi novio espera pacientemente a que acabe el partido. Hay que tener valor... Como Nadal no ha ganado,  ahora es él el que quiere probar suerte en el juego. Lamentablemente yo me he agotado psicológicamente  de ver a dos tíos corriendo de un lado para otro durante más de 3 horas.
“Estás desperdiciando tu juventud y las oportunidades que te ofrece”…Me dice. Definitivamente  le ha afectado el partido más de lo que yo pensaba.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Mañana vuelta al colegio. Mi hija de  3 años ya ha tomado la firma decisión de no ir.
 Empiezan  las negociaciones. No estoy acostumbrada. Con mi hija de 8 años nunca negocié. Todo era más sencillo. “O haces esto o te arranco la cabeza”. Nunca hubo discusión por la ropa. Su respuesta a la pregunta: “¿Qué te pones hoy?” era: “Lo que  me traigas”. Un chándal y unas playeras siempre han sido el fondo ideal de armario para Adriana. Podría vestirse a oscuras y le daría lo mismo porque no se fija ni siquiera si lleva las bragas del revés. Con Valentina todo es diferente. “Esto no pega con esto. Esto hace gordo. Esto queda flojo. Esto queda mal.  Estos zapatos no son divinos. ¿Cómo se te ocurre pensar que me voy a poner un chándal si no hay gimnasia?”.  Y yo me pregunto: ¿Dónde coños habrá aprendido todo eso si yo y su padre somos la antítesis de Carmen Lomana?
“Mañana vas al cole pero no te quedas al comedor, ¿vale?”
“Mami. Eres una campeona. La mejor del mundo mundial. No me quedo al comedor y tampoco me quedo a peque juegos hasta que la profe Sandra  prometa a todos los niños del colegio que este año va a ser maja”.
“Ya le pido yo  que me lo prometa a mí en la intimidad.  No es necesario que os lo prometa a todos los niños públicamente. Verás qué maja va a ser Sandra este año. No va a gritar a ningún niño como una desaforada. Va a ser la Dora la Exploradora del Teodoro Gadañón. Te lo juro. ”
“Vale. Si me prometes que Sandra va a ser maja, yo te prometo que yo voy a comer lentejas y fruta cuando cumpla cuatro.”
“Vamos….que el 19 de diciembre comemos todos lentejas para celebrarlo.”
“Noooooooooooooooooo. Ese día no. Mejor al día siguiente. El día de mi cumple comemos Nocilla para celebrarlo.”
En 3 años mi hija nunca ha probado la fruta. Lo más cerca que estuvo  fue una esquina de un trozo de melón que previamente hay sido bañado  con Nocilla y después de chupar la Nocilla dijo: “Esto no me gusta. Es fruta. Huele a fruta. Sabe a fruta.” Mi hija a sus 3 años llega a un sitio y dice: “Aquí huele a caca de perro o aquí huele a caca de vaca o aquí huele a caca de oveja o aquí huele a guantes de goma o aquí huele a cola o aquí huele a ebanistería…” Pero…¡¡¡¡¡¡¡¡¡Si nunca ha estado cerca de ningún animal!!!!!!!!!!!!!! …a excepción de su padre, claro que, por cierto,  trabaja en una ebanistería.”
No se pueden tener los 5 sentidos tan desarrollados. El único del que carece totalmente es el de la discreción…igual tiene a quien salir.
Situación: Yo, su padre, mi suegra y un amigo mío tomando un café.
Valentina mirando a mi amigo fijamente: “¿Sabías que a mi mamá le sangra el chichi?”
La cara de mi novio un poema, mi amigo con los ojos girándole 360 grados. Mi suegra descojonada. Yo: “¿Vamos a ver ya la catedral?”. Valentina: “jajajaja”.
La matoooooooooooooooooooooooooooo










miércoles, 7 de septiembre de 2011


Hace unos días en el trabajo no conseguimos ponernos de acuerdo  sobre la siguiente pregunta: ¿Cuál es el motor que mueve el mundo? (a menudo mantenemos estas amenas  disertaciones   con las que intentamos,  en vano,   resolver los grandes enigmas  de  la historia. Y mientras lo hacemos, trabajamos “duramente”. Somos así de eficientes).  
 Yo, versión femenina, opinaba, por supuesto,  que el amor es el botón que  mueve a las personas y para muestra,   varios botones, Sarkozy, Cayetana, Napoleón…
Ellos, versión masculina,  opinaban que qué amor ni que ocho cuartos. Lo que mueve el mundo es el deseo…o lo que viene a ser lo mismo, el sexo. Sarkozy no está enamorado, está encoñado. De Cayetana,   mejor ni opinaban. La gente sólo está enamorada un tiempo, desgraciadamente  breve, y después de esa fase de enamoramiento estúpido,  con un poco de suerte todo se convertirá en una buena relación comercial o laboral. Un quid pro quo en el que yo te doy algo y  tú me das algo a cambio. Y claro…como  todas las relaciones laborales pues  unas duran más que otras. A veces te hacen fijo y otras veces,  a tu jefe ya no le convences y te despide…si eres afortunada,  con un buen finiquito. Hala… así de simple. Ya tenemos el  resumen las relaciones sentimentales.
Después de darle vueltas, he llegado a la conclusión de que lo que mueve el mundo es la ilusión. Y para esto si me sirve el caso de Cayetana. Ojalá todos tuviéramos la misma ilusión que tiene ella a menos de un mes para su boda. La gente la criticará pero ya quisiera yo para mí estar así de emocionada a mis 85 años con todo lo que aún me quede por hacer en la vida. Vida sólo hay una. Podemos vivirla mal o bien, con ganas o sin ellas, con alguna motivación o sin ella. Mejor elegir el camino de la duquesa aunque algunos envidiosillos no lo compartan.

martes, 6 de septiembre de 2011

Mi novio siempre se queja porque cuando se enfada no respondo…al menos no como a él le gustaría.  Si grita yo le miro con cara de: “Estás para encerrar”. Y él se enerva más. Si amenaza con irse y me mira amenazante esperando una  reacción inmediata para retenerlo,  yo sigo sentada, cerveza en mano. Cada uno apechugue con sus propias e irracionales  decisiones. Probablemente  mi frialdad no sea buena. Reconozco tiene que sacar de quicio a cualquiera. Pero…
Hace unos días  un vecino discutía con su novia en un garaje  cercano. Yo los oía desde la ventana de mi terraza. (Imaginad el tono de las voces). Tengo que admitir también que aunque mi novio me repetía sin cesar que dejara de cotillear los líos ajenos (bastante tenemos ya con los nuestros) yo no pude evitar seguir allí colgando con medio cuerpo fuera de la ventana  por si me perdía algún detalle. El caso es que la novia   debió de cometer el imperdonable error de decir “hijo de puta” en el transcurso de su conversación. De repente el metro y medio del consorte  se transformó en el increíble Hulk  y montó en cólera. Acto seguido empezó a soltar esa retahíla que ya está pasadísima  de moda: “Con mi madre no te metas porque no sé lo que hago. Mi madre es una SANTA”. (Nunca he entendido muy bien por qué si los hombres piensan en general que  las mujeres somos  un poco brujas, manipuladoras, rozando  el hijo putismo  a menudo, después resulta que las madres,  que al fin y al cabo no dejamos de ser mujeres,  por el hecho de ser madres,  ya somos santas.)Él gritaba y ella sólo acertaba a decir: “Lo siento…ya te he pedido perdón. ¿Qué más puedo hacer?” Y él a torta limpia con todo lo que había en el garaje y vuelta la burra al trigo: “Mi madre es una santa y nadie se mete con ella. ¿Me oyes?” (Pues ni que estuviera sorda).
Mi novio: “Deja de escuchar, Rosa, que no va contigo. Te vas a caer por la ventana. ”
Yo: “Es que a los tíos como ese  les venía bien alguien como yo. A la primera que me gritara que me fuera  a tomar por culo ahí  lo dejo plantado…no sin antes recordarle que me voy,  pero a tomar café con su puta madre…por si le había quedado alguna duda la primera vez  que me metí con su santa madre…que no se puede ser tan corto y tan de pueblo en la vida.”
Mi novio: “·)()”$()&/·%$)%$”/Y?(“!/?$)”$/?=” (Aunque no os lo creáis, mi novio  es capaz de hacer todo esto con los ojos cuando me escucha…)”


¡Colabora!