EL DIARIO SECRETO DE  R.V. “LA VIE EN ROSE”
9 DE NOVIEMBRE DE 1987
Hoy cumplo 15 años. Ojalá viviera en México,  Venezuela o en Miami. Si así fuera,  me levantaría de un salto y me  prepararía  desde por la mañana para embutirme en un vestido de princesa y celebrar mi fiesta de “ya me he hecho mayor.”Mierda. ¡Despierta!.  Ni vives allí ni aquí se celebran ese tipo de fiestas. En un día tan señalado como éste,  aquí simplemente te levantas para ir al colegio. Uff… ¡Menudo fiestón! La desgracia de compartir piso con 4 hombres y un solo baño es que o te levantas la primera  o te mojas el culo al sentarte. . ¿Para qué se pondrá mi hermano pequeño las gafas antes de levantarse de la cama? El origen de la frase “mear fuera del tiesto” se remontará siempre al domicilio de mis padres. Todas las mañanas el mismo despertar. Cagándome en todo lo que se menea y poniendo a Dios por testigo que si algún día tengo mi propia casa tendré mi propio baño. Hace un frío de cojones. Pero  tendré que ducharme. Si no, mal voy con esta cara de asco que se me ha quedado desde que me senté en el WC.
El día tiene que mejorar. Menos mal que hay cosas que siempre funcionan. Me pongo  la ropa de los domingos. Hoy  me da igual si mi madre se enfada. Menuda novedad sería.  Salgo a la calle con las hombreras más grandes del cajón. Eso no puede fallar. Eso y que salgo de casa  no sin antes saludar y tirar besos  a todo el grupo de Europe, que  desde  detrás de la puerta de mi habitación me dan su aprobación. “Gracias, gracias. Sois estupendos. Os quiero.”
De comida,  cocido. Está visto que o lo celebro yo por mi cuenta  o están por joderme el día. Bronca de mi madre. “Así como te van a durar las cosas” “A ti te da igual que sea lunes que domingo” “¿A ti no te duelen las cosas?” “Tú sigue así que no te volveré a comprar nada”….Le metería la cabeza dentro del plato de  sopa pero como no hay valor, desconecto.  
Acaba la clase. Asomo por la ventana del 2º piso del colegio. Yo y el resto de la clase. No a todas las chicas las viene a buscar su novio. “El vago” me está esperando. ¡Cómo mola salir con un tío al que llaman “el vago”!.  Me miro en el cristal de la puerta de clase. Perfecta. Las hombreras en los hombros  y en el pelo un cardado que ni Bon Jovi en el último concierto. No veo mucho pero sí lo suficiente para apreciar su melena al viento. Hoy se la ha lavado. ¡Qué detalle! No tanto como el hecho de que haya venido borracho y fumado. Eso y que no se ha acordado que hoy es mi cumpleaños. Nos hemos dado un muerdo  en el callejón que hay al lado del colegio…en lo oscuro. Si me pilla mi madre no vuelvo a salir hasta que cumpla los 40.  El beso no me ha gustado nada. El aliento le apestaba a alcohol. No le veo yo  mucho futuro a esta relación.
Por fin,  sucede algo que me alegra el día. Mi abuela me ha comprado una minifalda vaquera. Grito y salto feliz y contenta. La alegría me dura poco. Llega mi madre con unas medias en la mano. 15 años y la primera vez que tendré medias y no leotardos. Eso sí, blancas como recién sacadas de la lavandería de  enfermeras del hospital. Seguro que me veo súper sexy con semejantes escayolas en las piernas.
Vaya forma de empezar  los 15 años.