Con la tecnología de Blogger.
¿Cuántas veces has dicho “Ya no puede pasarme nada peor” y te has equivocado? ¿Cuántas veces has dicho: “Algún día me reiré de esto…pasará mucho tiempo pero terminaré viéndole la gracia”?


Si has tenido un mal día, si crees que ya no puede pasarte nada peor o todavía no has olvidado eso de lo que tardarás mucho en reírte, entra en este blog y comprobarás que no eres el único. La idea no es consolarse con las “desgracias” ajenas, sino aprender a reirse de lo que haya podido convertir tu día en un infierno.

domingo, 30 de octubre de 2011

6 años más tarde todavía consigo sorprender a mi novio…para mal, pero le sorprendo.  No le dejo indiferente que es lo importante. Me mira con cara de: “Te lo suplico, Rosa, esto no lo cuentes que te conozco y no te pondrás ni colorada.  No es necesario que la gente esté al corriente de  todos tus pensamientos…tus hippies e inmorales  pensamientos. ”  ¡No  va ahora y se me escandaliza porque no me parece tan mala idea dedicarse al  oficio más antiguo del mundo! Bueno...igual tengo que  concretar un poco. Si pienso en ponerme en una calle oscura   a esperar a saber  quién le da por parar  su coche pues  me da una pereza que te mueres…el frío lo llevo fatal.   Seguro que la mitad de las veces me haría la ofendida y diría que estoy allí esperando el autobús aunque fueran las 3 de la mañana. Pero…pongámonos en otra situación que seguro a más de una le resulta familiar.  ¿Cuántas veces no te habrás acostado con alguien que al final  resulta ser un engaña bobos?  ¿Nunca te has despertado y antes de  girarte ya estás pensando: “Por favor, por favor, que todo haya sido  un mal sueño, que no haya nadie al otro lado, que eso que se mueve sea el gato que no tengo?” Ahora imagina que en esa situación tan lamentable,  te despiertas y piensas: “Vaya tongo”,  “Otro polvo para el olvido” o “Si lo llego a saber me quedo en casa viendo la Noria” y…de repente, te das la vuelta y sobre la mesita  ves un billete de 500€. ¿Te ofendería tanto realmente que te hubieran tomado por una mujer de vida alegre?  (De mi rotunda respuesta    la cara de mi novio al  que sólo le ha faltado hacerse de cruces).  “A mí me parecería genial. Le haría la ola al inútil en cuestión. ¿Cuál es el problema en haber sacado partido de algo que no había ni por donde cogerlo? Acaso,  ¿Te sentirías   mejor si al día siguiente te despiertas, haces memoria de la catástrofe nocturna y como consecuencia  te das de cabezazos contra esa mesita  que sólo te parece un  horrible mueble sin un billete morado que lo adorne? 
En el primer caso me llevo una sesión completa de spa, de esas que te borran de la mente cualquier deplorable recuerdo. En el segundo caso me llevo un chichón y  me llevaría  la mesita al punto limpio si no tuviera que cargar con ella hasta el coche.
Al final mi novio ha reconocido que igual tengo razón. Eso merece un premio. Y se lo doy. Estoy orgullosa de mí misma. No sólo  le sorprendo con las cosas que se me ocurren…que son muchas.  También le dejó petrificado con las cosas que me ocurren. ¿Habéis estornudado alguna vez en medio del momento en cuestión? Jajajaja. Será de esos momentos que no importa el tiempo que pase, cada vez que lo recuerde, me moriré de la risa. No creo que a él le pase lo mismo. Pero total…no me  iba a dejar nada en la mesita…ni para un café de máquina…así que ya se le pasará.

viernes, 21 de octubre de 2011


                                                                                                                             15 de Septiembre de 1985

De mis últimos   15 días en Tegus  podría  contar muchas cosas pero será  mejor que deje el resto   solamente para  mis recuerdos. Viví cada minuto con la intensidad  de las personas a las que les comunican que  sólo les  quedan unos días de vida. Es sorprendente lo bien que se lleva uno con la persona a la que quiere  cuando cree  que no la va a volver a ver nunca más. Aprovechas cada minuto como si la vida  te estuviera regalando cada instante. Te quedas en el “THE END” de las películas, en ese segundo  perfecto en el que todo se  idealiza.  ¿Nadie se pregunta nunca qué pasó después? ¿Seguirían juntos toda la vida? ¿Y la crisis de los 7 años? Te quedas en el “estábamos hechos el uno para el otro”…en realidad, ¿Cómo puedes estar tan seguro?
Creo que  nunca debemos  volver a los lugares en lo que fuimos  felices. Lo creía ya entonces y lamentablemente lo volví a comprobar después de nuevo.  Los buenos  recuerdos, esos que te dejan un agradable  sabor de boca, esos que te hacen idealizar una relación, una amistad o un lugar,  pueden tornarse en: “Me gustó más la primera vez; es que esta vez, es que la otra vez…”y un montón de lamentos más que borrarán incluso los recuerdos especiales  de la primera.
Pero…yo soy necia por naturaleza. Tenía que volver. No podía vivir toda la vida con el: “Y si hubiera vuelto…” ¿Habría funcionado?” “Y si…” El “y si” es muy jodido para la mente de un inconformista.  No puedo vivir con la duda de haber dejado algo por intentar. Tenía que volver aunque fuera tan sólo a cerciorarme de  mi equivocación…o no. No digas nunca que algo es imposible….di que todavía no lo has intentado. ¡Cuánto daño han hecho algunas filosofías de vida!
Nos despedimos en la oscuridad de un cine con “El Santo” como único testigo.  Es difícil seguir el hilo de una película con lágrimas en los ojos, lágrimas provocadas por dos extras que no protagonizan la película.  Te agarras  a alguien con la desesperación de saber que igual es la última vez que le abrazas. La última que  sientes ese cosquilleo que ha convertido tu vida en una noria desde hace un par de  meses. Vértigo es lo que realmente sientes en ese momento y un nudo en el estómago.
“Dentro de tres meses te esperaré en el parque del Lempira a las 4 de la tarde. Si estás allí sabré que todo sigue igual y al mismo tiempo comprenderé que tu vida  ha cambiado. Si estoy allí, tú podrás comprobar que no he dejado de pensar ni un solo minuto en ti.”
“Te amo y nunca dejaré de intentar  cualquier cosa para mantenerte a mi lado”. Me abrazó y sentí crujir huesos de mi cuerpo  que no sabía  ni que existieran.
Sólo a mí se me ocurrió volar de vuelta  el día de la fiesta nacional. Correr  de la mano  entre coches atascados en todas las carreteras para llegar a tiempo al aeropuerto fue algo inolvidable. Correr sin cruzar palabra pero sin soltar las manos sintiendo que ese es  el único nexo que aún me unía a ese país y a él…indescriptible.


miércoles, 19 de octubre de 2011

Hay personas que pasan por la vida como quien está aquí por haber de todo, “puesto por el ayuntamiento” que diría mi abuela.  Quizás al nacer tuvieron la mala suerte de escuchar: “Fuiste un accidente”. Simplemente decidieron ser obedientes y  continuar  así el resto de sus días. Cero aspiraciones, nulas ilusiones  y disfrutar, lo que se dice disfrutar,  nada al cuadrado. Algunos, increíblemente,   son felices así y otros no tanto  pero siempre con  la capacidad de seguir adelante en la apatía constante y sin darle un giro de 180º a su vida. También conozco gente  que pasa sus días  anhelando algo que nunca llega… con la frustración que eso genera por dentro. Por último están los que  cargan con todas las penas del mundo  a sus espaldas cual mochila llena de piedras. Estos últimos normalmente envidian la vida de los demás aunque a veces sea peor que la suya…o no, pero se convencen  que si la tuvieran,  serían por fin felices. Culpan de sus desgracias a la tacañería de la vida con la suerte que les ha otorgado. No se dan cuenta  que  su actitud es  la que marca el límite entre un paraíso ideal y un paisaje desolador. Los años pasan volando y si fuera por algunos que  continuamente ansían   que sus semanas se reduzcan a sábados y domingos, pasaríamos  aquí el tiempo justo para disfrutar un poco y sufrir otro tanto. Menos mal que aún queda gente que vive cada minuto como si fuera el último.
Hay hechos que marcan nuestra vida para siempre. Algunos dirán: “Con todo lo que yo he vivido” como si cumplir un año tras año fuera vivirlos realmente. Otros te dirán: “Yo ya lo he visto todo” cuando si te fijas bien, siempre llevan las  gafas más opacas que un tablero de melamina. Supongo que así se auto convencen que su vida ha sido una constante aventura en una montaña rusa  aunque esa locura trepidante vaya normalmente asociada al: “Yo he sufrido mucho en la vida”. Estar sólo puede ser un trauma para unos y una liberación para otros. Es querer lo que no se tiene lo que realmente convierte algunas vidas en un drama andante. Normalmente el lamento por  lo que pude haber sido y no fui es más cómodo que el perseguir tu sueño hasta el final.

domingo, 16 de octubre de 2011

EL DIARIO SECRETO DE  R.V. “LA VIE EN ROSE”
9 DE NOVIEMBRE DE 1987
Hoy cumplo 15 años. Ojalá viviera en México,  Venezuela o en Miami. Si así fuera,  me levantaría de un salto y me  prepararía  desde por la mañana para embutirme en un vestido de princesa y celebrar mi fiesta de “ya me he hecho mayor.”Mierda. ¡Despierta!.  Ni vives allí ni aquí se celebran ese tipo de fiestas. En un día tan señalado como éste,  aquí simplemente te levantas para ir al colegio. Uff… ¡Menudo fiestón! La desgracia de compartir piso con 4 hombres y un solo baño es que o te levantas la primera  o te mojas el culo al sentarte. . ¿Para qué se pondrá mi hermano pequeño las gafas antes de levantarse de la cama? El origen de la frase “mear fuera del tiesto” se remontará siempre al domicilio de mis padres. Todas las mañanas el mismo despertar. Cagándome en todo lo que se menea y poniendo a Dios por testigo que si algún día tengo mi propia casa tendré mi propio baño. Hace un frío de cojones. Pero  tendré que ducharme. Si no, mal voy con esta cara de asco que se me ha quedado desde que me senté en el WC.
El día tiene que mejorar. Menos mal que hay cosas que siempre funcionan. Me pongo  la ropa de los domingos. Hoy  me da igual si mi madre se enfada. Menuda novedad sería.  Salgo a la calle con las hombreras más grandes del cajón. Eso no puede fallar. Eso y que salgo de casa  no sin antes saludar y tirar besos  a todo el grupo de Europe, que  desde  detrás de la puerta de mi habitación me dan su aprobación. “Gracias, gracias. Sois estupendos. Os quiero.”
De comida,  cocido. Está visto que o lo celebro yo por mi cuenta  o están por joderme el día. Bronca de mi madre. “Así como te van a durar las cosas” “A ti te da igual que sea lunes que domingo” “¿A ti no te duelen las cosas?” “Tú sigue así que no te volveré a comprar nada”….Le metería la cabeza dentro del plato de  sopa pero como no hay valor, desconecto.  
Acaba la clase. Asomo por la ventana del 2º piso del colegio. Yo y el resto de la clase. No a todas las chicas las viene a buscar su novio. “El vago” me está esperando. ¡Cómo mola salir con un tío al que llaman “el vago”!.  Me miro en el cristal de la puerta de clase. Perfecta. Las hombreras en los hombros  y en el pelo un cardado que ni Bon Jovi en el último concierto. No veo mucho pero sí lo suficiente para apreciar su melena al viento. Hoy se la ha lavado. ¡Qué detalle! No tanto como el hecho de que haya venido borracho y fumado. Eso y que no se ha acordado que hoy es mi cumpleaños. Nos hemos dado un muerdo  en el callejón que hay al lado del colegio…en lo oscuro. Si me pilla mi madre no vuelvo a salir hasta que cumpla los 40.  El beso no me ha gustado nada. El aliento le apestaba a alcohol. No le veo yo  mucho futuro a esta relación.
Por fin,  sucede algo que me alegra el día. Mi abuela me ha comprado una minifalda vaquera. Grito y salto feliz y contenta. La alegría me dura poco. Llega mi madre con unas medias en la mano. 15 años y la primera vez que tendré medias y no leotardos. Eso sí, blancas como recién sacadas de la lavandería de  enfermeras del hospital. Seguro que me veo súper sexy con semejantes escayolas en las piernas.
Vaya forma de empezar  los 15 años.


¡Colabora!