DIABLURAS DE UN ANGELITO…


Siempre le dije a mi hermana, que, después de haber “disfrutado” de mi sobrina la mayor cuando era pequeña (más pequeña...) y sus pericias, estábamos curadas de espanto…pero no...Ezan supera eso y más...y más…¡¡El destino me ha dado lo mejor que tengo y me ha cerrado la boca para un tiempo!!...

Dice mi madre que es niñO y los niñOs son distintas a las niñAs…yo creo que no. A éste mío se le han juntado los genes del abuelo (que cuentan que era tremendo) y los nervios de su madre (que, os aseguro, son para nota…) Eso, unido a que es distinto por ser rubio (en una familia de morenos) y zurdo (en una familia de diestros)…hace que tengamos una mezcla explosiva que todos los días estalla. Pero, para muestra”varios botones”.

El “angelito” desde bien pequeño, odia el coche, bueno, más bien la silla del coche de su madre...Ja, ja, ja…Yo, para poder sentarlo me invento mil cosas y le consiento otras 1000. En una de esas le dejé las llaves del coche mientras lo sentaba. Lo olvidé, cerré las puertas y el pequeño “demonio” cerró con el mando…oh, oh...me quedé fuera.  El niño de un año dentro y todas las puertas cerradas…Yo fuera, dando vuelvas al coche y gritando como una loca, “abreee”, “dale otra vez”. Los obreros de la casa que estaban reformando al lado no daban crédito. Cuando estaba a punto de coger una piedra y romper el cristal para entrar, como “por arte de magia” abrió las puertas…

Vestirlo es una odisea, se arrastra por el suelo, me juega al despiste alrededor de la cama o de una mesa, le pongo una cosa y se quita dos, lo he llevado descalzo a la guardería, sin cazadora en pleno invierno. Una vez, en un centro comercial, tuve que cambiarlo de ropa (está empezando a controlar el tema y se le “escapó”) y mientras cogía la ropa de cambio se me “escapó” corriendo en pelota picada por el centro comercial hasta que mis padres lograron pararlo. La gente se reía. Yo quería llorar.

Los vasos de leche con galletas y Cola Cao  le dan mucho juego.
Un día, estaba tranquilamente tomando su vaso de leche, con sus dos lindas manitas cogiendo el vaso, se me acerca despacio como para decirme algo y me tira el contenido del vaso directamente a la ropa. Su cara de pillo superaba a la mía de mala leche..

Otro día, en el desayuno, mientras yo me lavaba, hizo un collage en la pared. No le hicieron falta pinturas ni colores, con la mezcla de la leche, las galletas y sus manos fue suficiente..Cuando salí del baño, tenía la pared decorada con 10-12 manos de color chocolate y un niño partiéndose de risa mientras yo me enfurecía.

Ayer ya llegó la gota que colmó el vaso (pensad que lo que os cuento son algunas anécdotas). Llegué a casa de mi madre de trabajar y tenía la mujer una tirita en la frente. Le pregunté y me dijo que mi “pequeño demonio” le había tirado con una de las piezas de un puzzle y le hizo un “roto” en la frente..

En fin… Mañana salen las listas del colegio que le ha tocado, seguramente no me den el que quiero, en el que están mis sobrinas y estudió su padre…pero si lo miro por otro lado,  igual es mejor, con las veces que lo van a expulsar será mejor que esté en otro donde la reputación no esté en juego..Ja, ja, ja.

Estoy segura de que podré hacer una segunda y tercera parte de la entrada...Ja, ja, ja…me alegro de tenerlo...!