Mañana cumplo años. 38  para ser exactos. Si mis genes son longevos me queda más de la mitad de la vida por delante pero como sean “defectuosos”, estoy jodida.
No es necesario que la vida me envíe señales para que empiece a disfrutarla porque procuro hacerlo constantemente. Me estoy acercando peligrosamente a los 40, década en la que, según mi novio, las mujeres estamos más interesantes y mejor. Por no llevarle la contraria en esa esperanzadora afirmación, vivo permanentemente subida a una báscula y no salgo de casa sin haber pensado antes: “Mira que si te encuentras a un conocido de la infancia y le da la impresión de que estás acabada…”
Si tuviera más dinero, me pondría las tetas en la garganta como cuando tenía 20 años,  pero, en general, estoy satisfecha con la madre naturaleza y la genética.
Como cantaba Frank Sinatra, he vivido siempre a mi manera, sin importarme nunca el que dirán. Si tuviera 7 vidas como los gatos, no me molestaría  haber vivido una de las 7  para dar gusto a los demás, pero desgraciadamente,  no es el caso,  así que tengo que vivir para darme gusto a mí.
De haber nacido en muchos otros  lugares del mundo no tan favorecidos como el que me tocó, o en otra familia, quizás no habría podido viajar siempre donde he querido, vivir en otros lugares del mundo, tener relaciones de lo más variopintas,  ir a la Universidad, tener unas hijas “trastornadas”  cuando quise y con quien quise, conocer gente muy interesante, tener amistades inigualables, escribir este blog…en fin…soy consciente de la suerte que tengo. Como regalo de cumpleaños firmaría ahora mismo por otro tanto igual o mejor que estos 38.
No pierdo el tiempo en tonterías y soy un poco radical…o blanco o negro.  Rara vez me permito tener un mal rato. Cuando sufro una tentación de ese tipo,   pienso en que a mis hijas les podría pasar algo, y el resto ya me parece una nimiedad. Vuelvo a dar gracias por la suerte que tengo.
Nací el mismo día que Belén Esteban pero me gustaría parecerme más  a la Duquesa de Alba. Esa sí me tiene fascinada…