Domingo por la tarde

Yo: “Vamooooosssss, que llegamos tarde”
Mi novio: “Espera un momento que está a punto de acabar. Un set más y gana Nadal.”
Yo: “Cagüen el carrusel deportivo. Primero las motos, después el tenis…”
Mi novio: “Tú ayer estuviste de fiesta todo el día. ¿Me oíste a mí decir algo? Mira, mira, vamos, por no oírte prefiero quedarme sin ver el final”.

Baja las escaleras como una exhalación y grita desde el portal.

Mi novio: “¡Coge las llaves del coche que yo no llevo las mías!”

IhhhhhhhhhClong (esto es el ruido de la puerta blindada de mi casa)

Yo: “¡¡Tú!! Dijiste que las llaves las llevabas tú, ¿verdad?”
Mi novio: “Me estás vacilando. Me tienes que estar vacilando. Rosa, dime que me estás vacilando.”
Yo: No Dani, y ahora, ¿Qué hacemos?”
Mi novio: “Y ahora, ¿Qué hacemos?, y ahora ¿Qué hacemos? Si te parece trepo por la fachada como Spiderman.”
Yo: “Toma el DNI y abre la puerta,  que lo he visto en las películas.”

10 minutos más tarde, y un montón de viajes de Valentina entre su padre y su madre llevando tarjetas de un lado a otro, mi DNI, mi tarjeta de la seguridad social, mi carnet de conducir, mi tarjeta descuento de la gasolina, mi…, mi…, … dobladas, algunas como si las hubiera mordisqueado un perrillo.

Yo: “Me da a mí que no le estás pillando el punto tú a esto. Estás como para ganarte la vida de caco. Madre mía, ¡Qué inútil!”

Si en ese momento hubiera mirado a la puerta como me miró a mí, la habría abierto ipso facto  con sus rayos infrarrojos.

Ring, ring (lo que faltaba)

Mi novio: “Epa  brother.”
Su padre: “¿Acabas de ver lo que ha hecho Nadal? Ese tío es un fenómeno.”
Mi novio: No he visto nada. La tonta de Rosa se ha dejado las llaves dentro de casa.”
Su padre: “Acaba de ganar. Menudo final del partido”
Mi novio: “¡¡¡Me cagüen las tetas de la tía Juana!!!” (nunca he tenido el gusto de conocer a esta señora pero en mi casa es famosísima).

10 minutos más tarde con todas las tarjetas jodidas del todo, voilá, se abre la puerta.

Valentina: “Papi, papi, déjame el carnet con el  que abriste,  que le voy a dar un besito” (Besando la tarjeta del Corte Inglés) “Ay, gracias, gracias. ¡Qué buena eres!”