Creo que lo que menos me va a gustar de la presentación del libro van a ser las preguntas de ese día. Yo misma tengo fama de preguntona…pero, ¿Y si algún/a impertinente como yo se cuela allí ese día? No estoy preparada psicológicamente para enfrentarme a mí misma.
Además de preguntona mi abuela siempre decía  que era una contestona. Dudo mucho ahora que esa virtud me sirva de algo  ese día.

Hace unas semanas salí de fiesta con mi novio, mi hermana y su pareja. Ensayamos ese fatídico momento. El resultado: Una serie de recomendaciones de dudosa validez.

  1. “No digas palabrotas”. Como si eso fuera tan fácil. ¿Cómo se dice que el libro es la hostia sin decirlo? ¿Sublime, colosal?… ¿Hay gente que habla así realmente cuando se emociona?
  2. “En la medida de lo posible procura ser lo más normal que puedas. Ser tú mismo está sobre valorado”. ¿Qué querrían decirme con eso? “Habrá gente que no te conozca y podrían plantearse  si te falta un hervor o peor…a lo mejor se llevan una imagen equivocada de ti, jajaja”. ¡Qué graciosos son!
  3. “No ingieras alcohol ni antes ni durante el acto. A ti precisamente no te hace falta para deshinibirte. A ver si vamos a tener que darte una hostia para que hables y 100 para que te calles”.
  4. “¿No puedes quitar ese tono de pija cuando hablas?”
“Eso lo decís porque ninguno sabéis quien es Tamara Falcó”
“Mira guapa, si consigues ir ese día,  la mitad de divina que va ella siempre puedes hablar como te de la gana”.

Pues si no puedo decir tacos, tengo que cambiar mi tono de voz, parecer una niña de San Ildefonso, debo comportarme como una niña seria y posar como en un photo call… ¡Madre mía! A ver dónde encuentro yo en tan poco tiempo una doble que sepa hacer todo eso…

Definitivamente tengo que seguir ensayando… ¿Qué cosas preguntaríais? Es por saber…a ver si me vais a pillar en bragas…