Semana Santa con lluvia y sin procesiones es igual a Semana santa con lluvia,  con más limonadas que otros años  y sin procesiones. No soy la única a la que se le ha pasado por la cabeza la brillante y absurda idea de que este imparable aguacero debería interpretarse como la más clarividente de las señales. Las lluvias torrenciales empezaron el viernes de Dolores y acabaron providencialmente  hoy, domingo de Resurrección, por la tarde. ¿Es tan absurdo pensar que alguien ahí arriba no quería que le sacaran a cuestas un día tras otro? Los motivos para esa aversión al peregrinaje de un lado a otro cargado por un montón de fieles devotos, pueden ser de lo más  variados.

  1. ¿Cuántos costaleros  podrían dar una explicación medianamente  razonable y altamente religiosa para cargar  un paso de Semana Santa en lugar de una mochila con 30 kilos de peso en una excursión por el monte?

  1. ¿Cuántos de los que llevan un paso no se han acordado de algún santo, de Jesucristo bendito o han bajado de los cielos  a todos los arcángeles en los últimos 365 días? ¿Qué sentido tiene  acordarte de él un día tras otro, cagarte en todo el santoral asiduamente y después llevarlo a cuestas con la mayor de las solemnidades?

  1. ¿Cuántos de los que actúan como espectadores podrían dar una explicación  piadosa  de por qué acuden a ver un desfile tras otro? ¿Cuántos no habrá que les da igual ver el desfile de carnaval con unos cuantos payasos, la cabalgata de las fiestas del pueblo que la procesión donde por casualidad también suenan trompetas y tambores?

  1. ¿Cuántos lo hacen realmente por algún motivo diferente a ver a tu hijo/a, primo/a, hermano/a, padre o madre?

La gente llora por no poder salir. Llevan un año esperando ese momento y el agua acaba con sus ilusiones. Cargar el paso, que no se te caiga, marcar el paso, no menearlo tanto que salgan las figuras disparadas, llevar el ritmo, no correr, no ir demasiado lento…más complicado que un desfile en la legión.

Como dijo un seise al intentar pasar una imagen por debajo del tendido eléctrico: “Joder, agacharos un poco más. Me caguen en todos  los santos. Como se nos caiga el paso, vamos a hacer un ridículo de la hostia. ¡Me caguen la puta, vamos..que no se diga que no somos los mejores!”