LISTA DE BUENOS PROPÓSITOS PARA EL 2011


  1. Prometo llevar el bolso cerrado. No me preocupa que me roben la cartera, pero sí me gustaría en la medida que me estupidez me lo permita, evitar que mis compañeros de trabajo se rían de mi cuando llego y observan con asombro cómo hago magia sacando bolas de nieve de él. Podría quedar bien echándole la culpa a la graciosilla de mi hija pero en realidad la culpa es únicamente de la tonta de su madre que todavía no se ha enterado que el parabrisas del coche se rasca hacia abajo y no hacia uno mismo. Con cada zarpazo del rascador, me voy convirtiendo en muñeco de nieve y mi bolso en el arcón congelador de mi madre.

  1. Prometo no perder el tenedor de la comida, ni el tupper, ni las llaves del coche, ni las de la casa, ni la agenda, ni la sillita de la niña, ni las bolsas de la compra, ni los calcetines de toda la familia (en lo que va de invierno todavía no he conseguido llevar dos iguales), ni los guantes de las niñas. 3 días de nieve y las pobres ya han cogido nieve con 6 pares diferentes. ¿Pares? Jajaja. Cada uno de su padre y de su madre. 60 metros de casa y no encuentro los otros 6. Ni el triángulo de las Bermudas. Necesito que alguien listo patente esta moda y me contrate para la publicidad.

  1. Prometo seguir el orden correcto de las cosas. Primero me lavo los dientes, después ya me puedo vestir. Finalmente me puedo maquillar, incluso pintarme los labios. Mi madre nunca ha entendido esa  manía que tengo de lavarme los dientes justo antes de salir por la puerta de casa, sobre todo cuando eso implica salir con la mancha blanca en la camiseta, un círculo blanco alrededor de la boca y ni rastro de la barra de labios.

Iba a seguir añadiendo retos a la lista pero si lo pienso fríamente no sé si seré capaz de cumplir el punto número dos así que lo de ser famosa lo volveré a posponer para el 2012.