Si a un hombre le pusieran en la disyuntiva de elegir entre Mónica Bellucci y Olivia Wilde, se le pondrían los dientes largos, se rasgaría las vestiduras y  gritaría ¿Por qué señor? ¿Por qué tengo que quedarme sólo con una? Pero no siempre  uno goza del favor de la diosa fortuna  y  a veces, en lugar de  proponernos  solomillo o centollo, nos dan a elegir entre un yogur desnatado caducado y otra cosa desconocida con aspecto más que dudoso.
En un par de días habrá elecciones sindicales en mi empresa. Los comentarios más repetidos en las tres plantas son: “Paso de votar” “No me gusta ninguno de los dos” “Y, ¿A quien vas a votar entre lo que hay?” Con la papeleta en la mano lo normal es que tuvieras claro quien quieres que gane, o por lo menos deberías estar seguro de quien no quieres que salga elegido. Pero, ¿Qué haces cuando no te gusta ninguno? ¿Te presentas tú? Partido independiente Porsihastenidounmaldía.  Lo que me faltaba…Claro que…menos mal que Belén Esteban no trabaja en digiworld…
Si hoy hubiera elecciones generales, ¿A quien votarías? Al actual  Mr Bean para que siga destrozándolo todo creyéndose Dios con el cociente intelectual de Einstein o al payaso del circo que provoca la risa sólo con oírle. Tenemos dos opciones a cada cual peor y en el medio, nosotros, cruzando los dedos para que aparezca un iluminado que nos ofrezca algo diferente…ni siquiera bueno. Nos conformaríamos con la novedad. Pues esa incertidumbre  es la que tenemos nosotros. La jornada de reflexión de mañana  no creo resuelva ninguna de nuestras inquietudes. ¿Hacemos caso del “otro vendrá que bueno te hará”? o ¿Hacemos como Guardiola y confiamos en algo nuevo aunque de dudosos resultados?” Si nos decantamos por los primeros espero dejen de preocuparse principalmente por su culo que es lo más habitual de su actitud y si finalmente votamos  por los segundos deseo que algunos de los personajes  que aparecen en listas no tengan poder ni para ir a mear solos.