¿Quién se alzará este año con el maletín de  Gran Hermano? Para mí,  la engañosa  casa de Guadalix de la Sierra  no es más que un laboratorio de lujo en el que se experimenta y se estudia el comportamiento de  un grupo de “cobayas” ávidos de dinero fácil,  tras ser sometidos voluntariamente  a unas tediosas jornadas de convivencia con seres tan esperpénticos como ellos mismos. Pero, ¿Realmente son todos lo que  parecen o es la casa y el ansia de  fama los  que  trasforman  a sus habitantes? Admito que venda el morbo pero, ¿Hasta que punto ninguno  tiene un amigo o una familiar con la piedad suficiente como para decir  a algunos que lo dejen, que salgan ya antes de ser recordados por algo,  que seguro, no les caracteriza  ni remotamente?  Es comprensible que tanto ocio te provoque pasar el día  tumbado comentando y criticando al resto. Sólo tienes dos salidas, la de ser una hiena o la de chingar sin parar para sacar fuera toda la ansiedad que te generan tus compañeros. Este año hemos llorado con alguna concursante que al verse gorda en el espejo, suplica que la expulsen  porque se da asco a sí misma. Lo que no entiendo muy bien es por qué minutos más tarde grita como una posesa porque alguien le ha robado una caja de bombones.  Y todo eso mientras unta 20 galletas maría con nocilla que engulle  como un pavo en cuestión de minutos. (Imagino a mi hermana dándome con la caja de galletas en la cabeza para que llorara por algo). También hemos disfrutado con concursantes que no han dudado en  dedicarse todo tipo de piropos a grito pelaó para pasar al momento siguiente  a revolcarse debajo de un edredón sin ningún complejo. (Aquí visualizo perfectamente a mi madre  asaltando la casa con los geos hasta sacarme de los pelos arrastrándome por todo el jardín).  Lo que más me ha escandalizado en esta edición es escuchar a una concursante dudando sobre su posible embarazo. Resulta que en el momento del calentón no le pareció necesario ponerse un condón para tirarse a un tío al que acaba de conocer y lo peor es que el niñato  en cuestión, se ofende porque si ella hubiera tenido la sensatez de decirle que estaba en un día fértil, ¡él se habría cuidado! Y, ¿¿¿Eso no debería ser motivo de expulsión????Ah, no que se me olvidaba que todos tienen un cociente intelectual superior a la media…De ser verdad, el resto estamos jodidos del todo.