“¡No me puedo creer que me hayas humillado de esa manera!” (Lola está muy alterada mientras prepara las tapas para los vinos de la tarde)

“¡¡¡¡Yo!!!¡¡¡¿¿Te he humillado yo??!!!! Tú no estás bien de la cabeza. Te recuerdo que gracias a ti, la iglesia se llenó por primera vez desde iba con mis padres de pequeño y todo porque estaban esperando ver cómo agachaba las orejas una vez más. Eso fue lo que realmente te jodió, que por primera vez, yo salí triunfador.” (Hugo con cara de satisfacción)

“¿Por qué tuviste que ir con esa fulana a restregármela por la cara?”

“Isi no es ninguna fulana. Es una chica bien maja.”

“Mira Hugo, si vuelves a hablar bien de ella delante de mí no sé lo que soy capaz de hacer. Te juro que el bautizo ya va a ser lo de menos.”

“¡Cuidado! ¡Tienes una avispa en la mano!”

“¡Ahhhhhhhhh! Me caguen  tó lo que se menea. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Ay!!!!!!!!!!!!!! ¡Me ha picado! ¡Me escuece muchísimo!”

“Ven, que te echo una crema que hay en el baño para las picaduras.” Pero… ¡Madre de Dios! Lola,  tranquila,  pero por favor no mires para abajo.” (Hugo intenta impedir que Lola baje la cabeza y vea el dedo gordo de su pie a escasos centímetros del resto de su cuerpo. El cuchillo jamonero ha caído de punta, con tan mala suerte que le ha seccionado el dedo.)

“¿Qué es lo que no puedo ver?” (A Lola le puede la curiosidad y al ver el dedo se desmaya)

“¿Para qué le diría nada? Como si no supiera que es una cotilla.”


En el hospital. Lola está tumbada en una camilla con el pie vendado. Hugo está sentado a su lado agarrándole la mano y llorando como un niño.


“No te mueras Lola, por favor, no te mueras. Soy un bobo. Todo esto es por mi culpa. Si te hubiera dicho que sí desde el principio no habría pasado nada.” (Hugo poniendo perdida la mano de Lola con las lágrimas y los mocos que se le escapan)

“¿Qué ha pasado? ¿Y mi dedo? ¿Dónde está mi dedo?” (Lola acaba de despertar)

“Te lo pudieron coser. Lo metí en la cubitera hasta que llegaron los de la ambulancia. Eran los mismos que llevaron a Don Damián.  No veas el cachondeo que se traían.”

 “¿Qué estabas diciendo cuando desperté?” (Pregunta Lola con una sonrisa de triunfo)

“Nada Lola, nada….que estoy muy contento de que estés bien.”