Estás aburrido en casa sin hacer nada. De repente te llaman por teléfono y cuando cuelgas tienes 3 llamadas perdidas. ¿Por qué la gente no dosifica tu entretenimiento? ¿Tienen telepatía?

Ayer llego a casa.

Prin, Prin (o algo parecido). Esto es el telefonillo de abajo.

“Adriana. Es papá. Valentina. Corre, es Gustavo, abre. Me voy a clase. Os quedáis con él.”

Ring, Ring (Esto es mi móvil).

“Hola chuchi. ¿Qué haces?” (Este es mi novio)  “Yo voy saliendo a dar clase.”

Ding, dong. (Esto es el timbre que lo está tocando un señor mientras abro la puerta para irme)

“Ah, está usted hablando por teléfono. Siga, siga que no le molesto. Vengo de Clean Balls, para que pruebe usted las nuevas bolas económicas para la lavadora por sólo 10€. Blablabla…blablabla.”

“Pero, ¿Quién está ahí? ¿Con quien hablas?”

“Con el señor de las bolas de la lavadora.”

“Pero, ¿Quién está en bolas?”

“Meta usted dos cucharaditas de sal en el tambor con la ropa blanca. Blablabla…blablabla.”

“¡Nadie! Ha venido Gustavo para quedarse con las niñas. Yo iba saliendo a dar clase si este señor de las bolas me deja.”

“Adiós mamá. Me voy a la calle.” (Esta es Valentina que ha decidido irse a la calle de repente y ya está bajando las escaleras)

“Pero, ¿Dónde va esa loca? Gustavo, coge a la niña.”

“No olvide usted sacar la bola del tambor una vez al mes. Blablabla…blablabla.”

“DEME USTED LA BOLA Y TOME LOS 10€”

“Siga, siga hablando, que yo no le molesto.”

“Que sí, cariño, que voy saliendo a dar clase. No, Valentina ya subió.”

“¿Puede darme un teléfono de contacto?” (Este es el pesaó de las bolas que me viene persiguiendo por la escalera.)

“Amor, amor, ¿Estás ahí? Ya puedo hablar contigo tranquilamente.
“Pi…pi…pi” (Esto es mi móvil cuando te cuelgan)

“Pues nada, nada,  ya le dejo para que hable usted a gusto”.