Admiro a las madres solteras. El primer domingo de mayo deberían recibir dos regalos, uno por madres y otro por voluntarias sufridoras.
Una madre soltera es una mujer que un día, de repente,  empieza a escuchar tic, tac, tic, tac y a partir de ahí ya sólo puede gritar: “¡¡M´aidez, m´aidez!!”

Para conseguir procrearse de manera individual  hay distintos métodos.

El más fácil y menos arriesgado consiste en ponerte tu artillería pesada más potente, llegar a un local, sacar el periscopio y localizar a un donante genéticamente prometedor. Te acercas y le preguntas sutilmente: “¿En tu familia hay  algún antecedente de esquizofrenia o delincuencia  que deba conocer?” Antes de darle tiempo a analizar tu paranoide comportamiento, cruza las piernas a lo Sharon Stone y en cuestión de segundos habrás desviado todo su pensamiento hacia  tus ingles brasileñas.
Cuando en un momento de lucidez, quiera ponerse un condón,  vuelve a despistarle. Es fácil. Ofrécete a  ponérselo con la boca. A partir de ahí,  como mucho,  le oirás preguntarte al oído: “¿Qué he hecho yo para merecer tanta suerte? Y tú,  con un poco de tino, tendrás un 10% de posibilidades de haber conseguido tu propósito. Si tuvieras 17 años y no quisieras quedarte embarazada por nada del mundo, seguro que caerías en el primer polvo de tu vida. Pero con 38, y con ganas de quedarte, olvídalo. Un polvo no será  suficiente.

Otra opción es ir a un sitio donde eliges un bote. Lo miras y dices: “Hola, cariño. Soy mamá”. Esto me parece muy frío  porque nunca sabes quien ha puesto eso en el bote y si piensas ya en  cómo lo introdujo ahí dentro…Un tío va a hacer pis al baño y nunca acierta dentro. Eso sí, les das un bote con un diámetro 30 veces inferior y se convierten en campeones de tiro con arco.

En el primer método tu hijo será fruto de la desesperación. Y ¿en éste? Unas revistas serán las únicas responsables.

9 meses más tarde serás la mujer más feliz del mundo. Yo también lo fui en su día pero lo soy más aún cada vez  que  pienso que no las tengo que cuidar yo sola. Y ellas también…ellas también…