PRIMERA TEMPORADA

CAPÍTULO 1.

Han pasado 4 años desde aquel maldito día. La muerte al final me ganó la partida y fue más  irónica que yo.  Me pasé la vida   insistiendo  a los demás  para que disfrutaran de todos y cada uno de sus días como si fuera el último  y a mí me tocó dejar de hacerlo antes de tiempo. Demasiado pronto. Me quedaron tantas cosas por hacer...
Más irónica que mi lista de tareas pendientes, es el que esté aquí,  reencarnada en rosaleda. Yo, que siempre odié la primavera, que soy alérgica al polen y a las flores en general. Y sin embargo estoy contenta. Desde aquí  puedo verlo  todo.  Enrique quiso enterrar mis cenizas en la parte de atrás del jardín de nuestra casa  y justo ahí creció una rosaleda preciosa que cubre y sobresale por encima del muro de la casa. Esa soy yo.  Lo poco  que se escapa a mi ángulo de visión,  Enrique me lo cuenta con todo lujo de detalles, como a mí me gustaría, preguntando y respondiendo él mismo a  la interminable lista de preguntas que yo le haría.
Me gusta casi todo lo que veo. Y es que tengo que reconocer que lo han hecho realmente bien. Todo tal y como  lo habría hecho yo misma  si hubiera tenido un poco más de tiempo. Enrique y Sebastián, mi exmarido, decidieron convertirse en socios y transformaron  nuestra casa en una casa rural. Aunque no tiene que haber sido fácil para ellos compartir el mismo techo, entendieron que era más importante que las niñas no vivieran separadas.  
Ahí viene Enrique. Cada día está más guapo. No me extraña que las mujeres del pueblo se lo rifen. Esto en realidad lo sé por mi hija Gabriela. Todos los jueves por la tarde se sienta con su portátil debajo de la rosaleda y escribe un blog en el que cuenta los cotilleos de los lugareños. Lo hace  en secreto y la verdad es que mucho mejor que algunos no lo sepan porque la llamarían de todo menos bonita. Su entrada semanal se publica todos los viernes  en el tablón de anuncios del ayuntamiento como la hoja parroquial en la iglesia. Ese día siempre hay cola desde las 8 de la mañana  para enterarse de los últimos chismes. Aunque en el último año se han duplicado las altas, todavía  no todos en el pueblo tienen Internet.
Os leo la última entrada para poneros al día.
“Porsinotienesmásvacasqueordeñar.blogspot.com”.
“Ayer al amanecer se vio salir de casa de la farmacéutica al cocinero de “La Rosaleda”. Se cree que estuvieron jugando a  médicos y enfermeras toda la noche. La pobre ilusa  sigue esperando que algún día su novio reúna el valor necesario  para contárselo a su madre, doña Mercedes y puedan formalizar  así la relación. Cosas más raras se han visto en este pueblo.
Como cada vez que honran al pueblo con su presencia, Enrique y Sebastián causaron ayer  gran revuelo entre las solteras…y alguna que otra  casada. Menos mal que sólo venían  al supermercado…  Oí decir a doña Catalina, la pescadera,  que Sebastián está para hacerle algún favor. ¿Sabe alguien a qué favor se refiere?
Don Eufrasio se ha jubilado. Aunque nos hemos quedado sin  profesor de inglés, todavía no he visto a ningún niño  llorando por las esquinas. No se enfade, Eufrasio, que  muy en el fondo le apreciaban. A rey muerto, rey puesto. En este caso, reina. Olivia Sandoval. ¿Cómo suena?, ¿Esconderá algo? Ojala. Con lo que nos gustan los telares a todos.
Mathías, el pintor hippie que vive a las afueras del pueblo, ha ido a pedirle abono de las cabras a Enrique. No creo que sea para usarlo como material artístico para sus cuadros. Deduzco que  en breves momentos todo el monte  va a empezar a oler a “relajación”. Por cierto, ¿No os recuerda a alguien el último desnudo que pintó? Para los menos perspicaces os diré que está expuesto en la entrada de la Casa Cultura. Cada uno que saque sus propias  conclusiones.
En el ayuntamiento la cosa está que arde. En breve puede que se celebre la primera boda entre dos mujeres. Miedito me da ese día. ¿Os imagináis quien puede ser la novia?
Lola, la mujer de Hugo, el socio al 50% del Bar “Los Contrarios”, ha dado a luz a una niña, Julia. 3.300kg. Es igualita a su padre, o a su tío Lucas, que podría haber sido su padre si Lola no se hubiera separado de él hace dos años para casarse con su hermano gemelo. Felicidades a toda la familia.
Hoy por la mañana Sebastián ha recibido un ramo de  flores. Huele a pescado. No quiero decir quien se lo envía pero parece bastante obvio, ¿no?
            Hernández y Fernández, o lo que es lo mismo las fuerzas de seguridad del pueblo han sido vistos en actitud más que sospechosa corriendo por el prado de la señora Eulalia. ¿Estarían persiguiendo a algún sospechoso o una vez más Sebastián y Enrique soltaron a los mastines para que dejaran de mirar a Isadora mientras hace topless en el patio? Me temo que hoy habrá otra charla entre padres e hija.
            Este fin de semana entran nuevos huéspedes en la Rosaleda. El próximo viernes este blog se prevé calentito.”

            “Hola amor. Estás preciosa, como siempre.” Dijo Enrique acariciando las rosas. “¿Qué vamos a hacer con Isadora? Se pasea de aquí para allá luciendo las peras sin ningún tipo de pudor ni respeto. Me imagino que lo encuentras graciosísimo pero para tu información el macho man de tu ex ha ido a renovar el permiso de armas y eso que le caduca dentro de 3 meses. Ahora te tengo que dejar porque esta tarde tenemos huéspedes y no me queda más remedio que ayudar a Oscar a arreglar las habitaciones. Al final siempre soy yo el tonto del pueblo. Todo el mundo se escaquea. Uno con la escopeta, Sofía que no le dirige la palabra a Oscar desde hace dos días, Doña Mercedes que no para de llorar por las esquinas y todavía no sé por qué. Vale, vale…ya dejo de quejarme.”

            Sigue con  la misma mala leche que cuando vivíamos juntos. Pobre Isadora. Cuando se enteren que ella es la del desnudo de Mathias…Yo mejor me estoy calladita porque un día de estos me podan y a ver qué os cuento después…