Por culpa de Doña Mercedes me quedé sin saber en qué acabó el encuentro entre Marco Rossi y la Pilu. Si esa mujer hubiera sabido retirarse a tiempo, esta rosaleda hubiera sido testigo del cotilleo más perseguido durante días en el pueblo. Por lo que me ha dicho Enrique hay más paparazzi en las Redes del Valle que en la Moraleja.



(En la habitación de Isadora. Mathías está tumbado encima de la cama. Ella está sentada en el alfeizar de la ventana con la mirada perdida)


“¿Te lo dije o no te lo dije? ¿Había mono o no había mono?” Pregunta Mathias sin moverse de la cama.
“¡Qué fuerte! ¿no? La Pilu de picos pardos por Italia. Y yo pensando que no tenía más vida que los rulos y los bigudíes.
“Siempre te he dicho que es la mujer más despampanante del pueblo.” (En la cara de Mathias se aprecia lo mucho que le gustan las curvas de la Pilu)
“Pues no sé por qué no la retratas a ella. (Isadora se levanta y le mira con cara de reproche)
“No te pongas celosa. No hay mejor modelo que tú. Lo de la Pilu lo digo como artista. Reconoce que no era muy normal que una mujer así no tuviera pareja. La mitad de los hombres de este pueblo estarían encantados de tener un lío con ella.” (Mathías sonríe)
“¿Vas a seguir con el temita?  Todavía te voy a cruzar la cara y te quito esa sonrisa de cínico.”
“Por cierto, ¿Qué ha pasado con el mono? ¿Ha aparecido?” (Mathías cambiando de tema)
“Nadie ha vuelto a verlo y el hombre ese,  desde que vio a la Pilu tampoco ha tenido tiempo de buscarlo”
“¿Dónde está el cafre de tu padre? Te veo muy tranquila hoy.”
“Ha ido a pasar un par de días a Madrid. Dijo que iba a hacer un curso sobre una técnica nueva de masajes   pero no me dejó que lo acompañara. Para mí que tiene un lío.”
“¿Un lío?  Tiene unos cuantos. Y los que no tiene él, los tiene el otro. Yo creo que hablan por las noches y se los reparten.  Lo que más me jode es que  después a ti el muy cabrón no te deja ni salir de casa.”
“Mathias estás hablando de mi padre. Relaja.  Cuando vuelva ya le preguntaré. Ahora vamos a aprovechar que no está aquí porque como sigas hablando te voy a echar de aquí a patadas y no te va a hacer falta ni el almendro para bajar.” (Isadora se tira encima de él en la cama…)
“ummmm. ¡Qué rico Pilu!” (Mathías riéndose de Isadora)
Isadora le da un bofetón. Se levanta de la cama y le agarra de las solapas para levantarlo. “A tomar por culo. ¡Pírate de aquí pero ya!”
“Vale, vale, ¡Qué poco sentido del humor! Pensaba que querías una relación libre y abierta”
“¡Fuera de aquí o busco la escopeta de mi padre!”





En Las Redes del Valle  nunca se acaban las sorpresas.  Para uno de los pocos habitantes  que pensábamos que no daban juego, nos ha dejado a todos con la boca abierta. En el pueblo no se habla de otra cosa. El Macario anda como alma en pena desde entonces. Se había puesto sus mejores galas para ir al baile con la Pilu. Medio frasco de Varon Dandi. Hasta  se dice por ahí  que su madre había estado toda la tarde planchándole la raya del pantalón de los domingos. Intuyo sus calzoncillos de la suerte llevarían 3 días a remojo en azulete.  Tanta pena da, que se han organizado turnos entre las abuelas para limpiar las calles. Como ellas dicen: el pobre no tiene fuerzas ni para levantar la escoba.  La peluquería lleva dos días cerrada. Eso si ha causado una gran conmoción en Las Redes del Valle.  El comentario general el domingo fue lo mal peinadas que iban las mujeres  en la misa de una y eso sí  que no sé si se lo podrán perdonar. Los rasos y las lycras de los trajes  no lucen igual sin medio kilo de laca Nelly sujetando sus cuatro pelos en la cabeza.
En realidad nadie sabe si La Pilu y Marco Rossi se han dado una segunda oportunidad o simplemente están buscando a Amelio entre las sábanas  pero el viernes por la noche se les vio entrar juntos en la casa que la peluquera tiene a las afueras del pueblo. Ya han pasado 48 horas desde entonces pero nadie ha denunciado su desaparición. Ah…claro que la Pilu no tiene familiares. Y ¿Dónde habría puesto  la denuncia si nuestros queridos Hernández y Fernández están apostados en lo alto de un monte con un equipo de vigilancia esperando a que salgan? Bueno…esperando a que salgan o intentando ver algo más que el resto. Esta blogera ha visto  tentada a llamar al Hola.


“Sí, doña Mercedes. Eso es todo.”
“¿Y no ha escrito nada más? ¿Está segura?” (Doña Mercedes impaciente por saber inmediatamente el contenido del blog)
“Estoy segurísima. ¿Debería haber escrito algo más?” Pregunta la señora Amalia.
“No, pensé que la listilla que escribe el chisme ese sabría más detalles.  ¡Qué poca vergüenza! No tiene ningún reparo en criticar a todo el pueblo. Algún día descubriremos quien es y la exiliaremos.”
“Usted estaba allí cuando se vieron después de tanto tiempo. ¿Qué paso realmente?”
“Fue increíble. Cuando Marco Rossi se giró, a la Pilu se le cayeron las tijeras, el tinte de las mechas,  se le doblaron los tacones y tuve que sujetarla para que no  aterrizara en el suelo. Estaba blanca como el papel.”
“Y él, ¿Qué hizo?”
“Según la vio, se quedó paralizado. Ella estaba guapísima y él no pudo articular palabra hasta pasados unos minutos. Tuve que toser varias veces para sacarlos de su ensimismamiento.”
“Y después, ¿Qué pasó?”
“El le reclamó que hubiera desaparecido, que hubiera pasado los peores meses de su vida angustiado buscándola y no sé cuántas cosas más. Hablaba muy deprisa y la mitad de las cosas las decía en italiano. Una lástima.”
“Y ella, ¿Qué dijo? ¿Se besaron? ¿Se reconciliaron?”
”¿Puede dejar ya de interrumpirme?”
“Perdone, perdone…es que es tan romántico…Mi Eustaquio lo más bonito que me dice es que le lleve una cerveza al sofá mientras ve el fútbol.”
“Primero le dijo que se quitara el turbante que le hacía parecer  ridículo. Ya sabes…La Pilu antes muerta que sencilla.  Y después  le pidió muy seria que fueran a otro sitio para hablar más tranquilos. Me quedé allí  con dos palmos de narices. Desde entonces estoy en un sin vivir. No como, no duermo, no atiendo ni la recepción. Paso todo el tiempo maquinando una excusa creíble  para ir a su casa pero  hasta ahora no se me ha  ocurrido nada.”
“Cualquier pretexto bastaría. Prepare su flan Merceditas y se lo lleva como regalo de bienvenida. Nadie se atrevería a rechazárselo Doña Mercedes.”
“Ha tenido usted una idea genial. Ahora tengo que dejarla para pedirle a Enrique unos huevos frescos y un poco de leche de cabra.” Doña Mercedes sale corriendo. “Últimamente me paso la vida corriendo de un lado a otro. ¡Qué vida más emocionante!”



“Estúpida engreída. ¿Quién se habrá creído que es? A lo mejor ahora vamos a tener  que disfrazarnos de botones del Ritz  para recibirla a ella en la casa como se merece…” Enrique se encuentra dando de comer a las cabras cuando entra Doña Mercedes corriendo.
“¿Con quien hablas Enrique? Aquí no hay nadie.”
“Conmigo mismo. El otro día cuando usted fue con el italiano ese de compras, vino una mujer a la recepción y  criticó mi indumentaria. Menuda estirada.”
“¿Está alojada en la casa?”
“No, Doña Mercedes, se marchó toda ofendida. ¿Sabe lo que le digo? Que mejor. Ojalá esté ya muy lejos del pueblo o mejor aún, durmiendo debajo de un  puente.”
“Yo venía a por unos huevos para hacer un flan. Hay un cotilleo que ahora  me urge más que el de esa chica pero en cuanto conozca todos los detalles del mío vuelvo para que me cuentes los del  tuyo. ¡Qué pena! En este pueblo a veces no pasa nada y ahora llevamos una temporada que no damos abasto.” (Doña Mercedes incapaz de disimular la satisfacción)




“No lo vamos a celebrar de verdad. Sólo quiero darle un escarmiento.” (Lola caminando de un lado a otro de la barra del bar mientras friega el suelo).
”Pero, ¿Por qué un escarmiento? Por una vez estoy de acuerdo con él. No entiendo esa  fijación  tuya de hacerlo todo juntos como si fuéramos el trío los Panchos.   Es una humillación para él.” (Lucas está tomándose un café irlandés mientras intenta hacer razonar a Lola.)
“No entiendo por qué tiene que ser una humillación para él cuando para ti no lo es.”
“Porque yo paso de ti, ¿Quizás?”
“Tú eres el tío de la niña y tú serás el padrino… a no ser que tú no quieras y espero que quieras porque si no,  te pongo una orden de alejamiento.” (Lola amenaza a Lucas con la fregona en alto)
“Yo sí quiero pero lo que  no quiero ahora es  tener más líos con mi hermano. ¿Te parece poco todo lo hemos pasado para que tú sigas ahí metiendo el dedín en la llaga?”
“No se hable más. Lo tengo todo planeado. Publicaremos el anuncio del bautizo en el ayuntamiento esta semana para ver si así espabila. Y si no lo hace, pues seguiremos adelante hasta que lo haga. Veremos quien es capaz de llegar más lejos.” (De la fuerza con la que escurre la fregona se le cae el cubo al suelo esparciéndose  toda el agua por el suelo). “Mierda”.
“Todo esto terminará explotándote en la cara y si no, al tiempo.”
”Es un testarudo pero al final entrará por el aro. Toda la vida ha sido un calzonazos. Nunca se ha atrevido a decir que no  y justo ahora  se me va a poner chulito. Pues como me llamo Lola que esta partida la gano yo” (Lola recogiendo el agua del suelo se acerca al carrito de Julia).”Mira Julia, mira al tito Luquitas. No es papá. Es el tito. A ver si te vas a confundir de mayor y tu padre te echa de casa.”
“No le digas esas cosas a la niña.”
“Hablaré  con el padre Damián para concretar la fecha esta semana. Seguro que así no le queda ninguna duda de que voy a celebrar el bautizo sin él.”
“Te lo he dicho mil veces Lola. Las cosas no tienen que ser siempre como a tú dispongas.”
“blablabla, blablabla. Si no tienes nada más interesante que decir, voy  a preparar  las tapas para el bar. Desde que tu hermano no me habla, me toca trabajar el doble. Pero no importa,  ya me lo cobraré.”
“Vamos cosita. El tito Lucas te va a llevar al parque. Vamos a dar un paseo hasta casa de la Pilu a ver si nos enteramos de algo.” (Lucas sale del bar haciéndole carantoñas a Julia)


“Buenos días a todos. Me llamo Olivia y soy la nueva profesora de inglés.”
“Desde luego es bastante más guapa que Don Eufrasio.” Rodrigo le susurra a Gabriela.
“He preparado un examen tipo test  para comprobar cual es vuestro nivel.” Olivia baja de la tarima y comienza a repartir el examen a todos.
“Pues empezamos bien. Prefería al otro aunque fuera un cardo”
45 minutos más tarde suena el timbre. Olivia recoge todos los exámenes. Pero antes de dejar el aula atrae la atención de los alumnos.
“Antes de marchar  me gustaría deciros que si alguno de vosotros  sabe de algún piso o casa que se encuentre en alquiler en el pueblo me lo diga. Me estoy quedando en un hotel en el pueblo de al lado y me gustaría vivir lo más cerca posible. No soy muy buena conductora.”
“El padre de Gabriela tiene una casa rural. ¿Por qué no se aloja ahí hasta que encuentre lo que busca? Está muy cerca del colegio y es preciosa” Sugiere Rodrigo.
“¿Te refieres a La Rosaleda?” Pregunta con cara de asco.
“Sí, esa.”
“Lo pensaré. Gracias.”
“¿Qué habrá querido decir con lo pensaré?”
“Y esa cara que ha puesto. No me ha gustado nada.”
“Seguro que esconde algo.Tiene una pinta de oscura…”
“Para ti todo el mundo te parece oscuro. ¿Vamos hasta casa de la Pilu a ver si vemos algo a través de alguna ventana? He traído en la mochila los prismáticos de largo alcance.”
“Llevan dos días sin levantar ninguna ventana  pero vale, vamos. Después pasaremos por tu cueva. Tenemos que ver qué tal se encuentra el mono.”
“Yo creo que ya está casi recuperado. Esta mañana he cogido un par de plátanos de casa. Ya verás qué contento se pone.”
“Mira. La profe nueva  ha puesto un anuncio en el tablón buscando piso. ¿Por qué no le dices a tu madre que le alquile la casa de tus abuelos? Desde que murieron el año pasado esta vacía. Además así la tendríamos vigilada. Desde la bodega de tus padres hay acceso directo al patio de tus abuelos.”
“Hoy se lo digo a mi madre. Esa Olivia promete…”