Con la tecnología de Blogger.
¿Cuántas veces has dicho “Ya no puede pasarme nada peor” y te has equivocado? ¿Cuántas veces has dicho: “Algún día me reiré de esto…pasará mucho tiempo pero terminaré viéndole la gracia”?


Si has tenido un mal día, si crees que ya no puede pasarte nada peor o todavía no has olvidado eso de lo que tardarás mucho en reírte, entra en este blog y comprobarás que no eres el único. La idea no es consolarse con las “desgracias” ajenas, sino aprender a reirse de lo que haya podido convertir tu día en un infierno.

jueves, 29 de julio de 2010

“¡No me puedo creer que me hayas humillado de esa manera!” (Lola está muy alterada mientras prepara las tapas para los vinos de la tarde)

“¡¡¡¡Yo!!!¡¡¡¿¿Te he humillado yo??!!!! Tú no estás bien de la cabeza. Te recuerdo que gracias a ti, la iglesia se llenó por primera vez desde iba con mis padres de pequeño y todo porque estaban esperando ver cómo agachaba las orejas una vez más. Eso fue lo que realmente te jodió, que por primera vez, yo salí triunfador.” (Hugo con cara de satisfacción)

“¿Por qué tuviste que ir con esa fulana a restregármela por la cara?”

“Isi no es ninguna fulana. Es una chica bien maja.”

“Mira Hugo, si vuelves a hablar bien de ella delante de mí no sé lo que soy capaz de hacer. Te juro que el bautizo ya va a ser lo de menos.”

“¡Cuidado! ¡Tienes una avispa en la mano!”

“¡Ahhhhhhhhh! Me caguen  tó lo que se menea. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Ay!!!!!!!!!!!!!! ¡Me ha picado! ¡Me escuece muchísimo!”

“Ven, que te echo una crema que hay en el baño para las picaduras.” Pero… ¡Madre de Dios! Lola,  tranquila,  pero por favor no mires para abajo.” (Hugo intenta impedir que Lola baje la cabeza y vea el dedo gordo de su pie a escasos centímetros del resto de su cuerpo. El cuchillo jamonero ha caído de punta, con tan mala suerte que le ha seccionado el dedo.)

“¿Qué es lo que no puedo ver?” (A Lola le puede la curiosidad y al ver el dedo se desmaya)

“¿Para qué le diría nada? Como si no supiera que es una cotilla.”


En el hospital. Lola está tumbada en una camilla con el pie vendado. Hugo está sentado a su lado agarrándole la mano y llorando como un niño.


“No te mueras Lola, por favor, no te mueras. Soy un bobo. Todo esto es por mi culpa. Si te hubiera dicho que sí desde el principio no habría pasado nada.” (Hugo poniendo perdida la mano de Lola con las lágrimas y los mocos que se le escapan)

“¿Qué ha pasado? ¿Y mi dedo? ¿Dónde está mi dedo?” (Lola acaba de despertar)

“Te lo pudieron coser. Lo metí en la cubitera hasta que llegaron los de la ambulancia. Eran los mismos que llevaron a Don Damián.  No veas el cachondeo que se traían.”

 “¿Qué estabas diciendo cuando desperté?” (Pregunta Lola con una sonrisa de triunfo)

“Nada Lola, nada….que estoy muy contento de que estés bien.”

miércoles, 28 de julio de 2010

En capítulos anteriores…


Todo empezó en día en el que falleció Rosa y su ex marido Sebastián y su pareja Enrique decidieron montar una casa rural en las Redes del Valle para evitar que sus hijas vivieran separadas. Isadora y Gabriela. Ahora ya tienen 18 y 14 años. Han pasado 4 años. Isadora es hippie y tiene un lío con Mathias,  el artista bohemio del pueblo del que su padre intenta separarla por todos los medios. Gabriela, en cambio, pasa desaperciba pero escribe en secreto un blog semanal (porsinotienesmasvacasqueordeñar.blogspot.com) en el que cuenta todas las intimidades de los habitantes del pueblo. Además de sus padres y las niñas, en la casa rural trabaja Doña Mercedes, la recepcionista que vigila constantemente a su hijo Basilio, el cocinero que mantiene  una relación con  la farmacéutica…en secreto,  por miedo a la reacción de su madre. También vive en la casa Sofía, la camarera mojigata y arcaica que comparte su vida  con  Oscar que se encarga de la limpieza. A él   le gustaría dar un poco más de emoción a la relación que mantienen pero ella no está por la labor de pecar.
Enrique y Sebastián siempre han causado  furor en el pueblo aunque hasta el día de hoy no se les conoce ninguna novia formal. El primero  ha tenido recientemente un primer encuentro con Olivia Sandoval, la nueva profesora del colegio. Encuentro nada cordial…por cierto.
En Las Redes del Valle  hay habitantes de lo más variopintos. Últimamente todos  los habitantes hablan de la Pilu, la esteticista del pueblo. Hace unas semanas todos se enteraron que cuando estuvo en Italia había mantenido una apasionada relación con Marco Rossi,  un italiano que vino al pueblo acompañado por  su mono buscándola desesperadamente. Después de varios días encerrados en casa de la Pilu, éste desapareció misteriosamente dejando a todo el pueblo con la curiosidad de saber lo que habría ocurrido en esa casa.
La última comidilla de pueblo ha sido protagonizada por Lola, Hugo y Lucas, ambos propietarios del bar “Los Contrarios”. Lola quiso darle un escarmiento a su marido,  Hugo,  porque éste se negó a que su hermano gemelo y exmarido de Lola, Lucas, fuera el padrino de su hija recién nacida,  Julia.  Finalmente la escarmentada fue ella. Por primera vez Hugo puso los puntos sobre las ies y lo hizo poniendo a  todo el pueblo como testigo de su acto de valentía. El bautizo no se celebró pero ya no dependió de ellos si no de un pequeño percance sufrido por el padre Damián minutos antes. En el último episodio descubrimos que mantiene un romance con Argensola, su secretaria personal. Por último mencionar el no menos jugoso cotilleo del futuro matrimonio entre Covadonga, la alcaldesa del pueblo y Almudena, la ayudante de Enrique en el cuidado de las cabras. Esa unión también dará mucho que hablar…
¿Qué habrá pasado entre la Pilu y Marco Rossi? ¿Cederá Hugo de nuevo o por primera vez Lola le permitirá abandonar el papel de calzonazos? ¿Enrique y Olivia tendrán por fin un encuentro sin alterarse? ¿Basilio reconocerá a los 4 vientos que está enamorado de la farmacéutica o…no lo está? ¿Qué pasará cuando el pueblo se entere que el párroco del pueblo tiene un affaire con Argensola? ¿Seducirá la pescadera a Sebastián? ¿Mathias se mudará a Nueva York para exponer su obra o se quedará con Isadora a pesar de las zancadillas de Sebastián? ¿Qué esconden Gabriela y su amigo Rodrigo?...Mañana empezaremos a resolver alguno de los misterios.

martes, 27 de julio de 2010

El día que decidí escribir este blog fue porque alguien me dijo que tenía que contar todas  las estupideces  que   me pasan, situaciones tan absurdas a veces,  que sinceramente,  si no fuera porque me pasan a mí directamente, no me las creería.
Hoy he vuelto a perder la comida…y con esto no me refiero a que haya  vomitado.  Ya me ha ocurrido en varias ocasiones en los últimos años.

La primera vez fue un día en el  que después de comprar en el supermercado me dijo mi pareja de entonces: “Voy buscando el coche mientras tú devuelves el carro de la compra.” Unos minutos más tarde, le vi venir por el carril de salida y me subí al coche. “¿Y las bolsas?”. “Uy…en el carro”. Corrimos a buscarlas pero evidentemente el que vino detrás de mí a coger un carro tuvo que pensar: ¿Quien puede ser tan gilipollas que mete el carro para sacar la moneda y no ve que está medio lleno?”

La segunda vez había dejado el coche aparcado en la calle de mi madre. Subí a  su casa, recogí todas las bolsas que tenía con la compra y bajé. Subí a la niña a su sillita y fui hasta casa de mi hermano. Cuando llegué me preguntó mi cuñada. “¿Y las bolsas del súper?”. Llamé a mi madre rápidamente (hay que tener valor sabiendo las voces que me iba a meter). “¿Puedes asomarte a la ventana un momentín?” (Imaginaros un tono de acojone total) “¿Para qué?” (Imaginaros un tono seco, seco). “Tú, asómate y dime si ves ahí unas bolsas de la compra” (Me tapé los oídos mientras pronunciaba estas palabras). “Es imposible ser más gilipollas. Ahí no hay nada. Voy a bajar a ver.” En esta ocasión recuperé las viandas. Resulta que minutos antes había pasado el florista en dirección al kiosco y comentó: “Vas cargada”. Imaginaros cuando volvió de comprar el periódico y vio todo aquello en la acera. Tuvo que pensar: “Sí que se toma las cosas a pecho.”  Y me guardó las bolsas hasta que bajó mi madre que me llamó de todo porque según ella, no era yo, sino ella, la que había hecho el ridículo.

La tercera vez perdí el carrito…pero no el de la compra, si no el de la niña. Ese día como tantas otras veces até a  Valentina en la silla del coche y arranqué. Parada en el primer semáforo, miré por el retrovisor y vi a un desconocido corriendo despendolado por medio de la carretera arrastrando mi carrito y agitando el brazo que le quedaba libre para que frenara. Esta vez también fui afortunada y no porque lo recuperara si no porque justo donde yo tenía  mi coche aparcado, llegaron mis padres unos minutos más tarde. Si  mi madre llega a ver allí  el carrito de la niña, en medio de la calle,  hubiera tenido que mudarme de país.

La última vez ha sido hoy y todavía no he averiguado donde perdí la comida. Yo lo llevaba todo encima y ahora no sé si fue cuando mi hija Valentina me montó un pollo en medio de una calle por la que pasa mi madre 20 veces al día o en el parking donde trabajan unos amigos de mi padre. Una de tres, o se han chivado,  o se han comido mi comida,  o mi bolsa sigue allí en medio del parking muerta de asco. Mi madre todavía no me ha llamado…Estoy cruzando los dedos.

lunes, 26 de julio de 2010

7 de la mañana. ¡Me va a explotar la cabeza! Como puedo me arrastro hasta el cajón de las medicinas. “Por favor, por favor, que queden Alka Setzer.” ¡Dios existe! ¡Todavía hay dos! Caducadas.  No importa. Los efectos nocivos  de la caducidad no pueden  ser peores que el del alcohol martilleándome el cerebro. Vuelvo a la cama. ¡¡¡¡¡¡¡Ahhhhhhhhhh!!!!!!!!!! Pero, ¿Qué coño es eso? Estoy viendo a través de lo poco que abro los ojos el esqueleto de la piñata de las fiestas del pueblo colgando del techo. “¿Por qué tuve que beber tanto? Ahora, ¿Cómo  acabo a Bob Esponja?” Uy…se me ha ocurrido una idea. Me lanzo en plancha a la cama.
“Amor, tenemos que acabar la piñata”
“¿Tenemos? ¿Soy yo el que siempre se mete en esos telares? Rrrrrrrr.”
“Rrrrrrrrr…..Rrrrrrrr” Creo que no ha terminado la frase y yo ya estoy otra vez planchando la oreja.
“¡Dios mío, son  las 10. Levántate!” Salgo de la cama rauda y veloz. Como una posesa empiezo  a llenar de cola todo el molde. No sé si alguna vez habéis hecho una de esas dietas milagro que consisten en  forrarse  con celofán de arriba abajo. Mi Bob Esponja estaba más bien flacucho pero yo estiré el papel crepé y en la medida que me permitía el resacón, di vueltas y vueltas hasta que aquella masa de periódico quedó forrada de amarillo y marrón.
“¿Nunca te cansas de hacer el ridículo?” Mi novio  en la puerta de la habitación observando la operación con cara de incredulidad. ¿Qué puedo decirle?  Más bien agradecida porque el día antes tuvo la brillante idea de comprar una pegatina de Bob Esponja. (Para mí que ya intuía  lo que iba a pasar. Conmigo no le hace falta una bola de cristal). Vi la pegatina sobre la cama y pensé ¿Para qué voy a recortarla si puedo pegarla entera? Total Bob Esponja ya no tenía ni brazos ni piernas… así por lo menos tenía pantalones y corbata.
“A ti te da igual que todo el mundo se ría de ti, ¿Verdad?”
“Tira, que llegamos tarde. Coge la piñata a ver si se me va a romper ahora que todavía no está seca. Con lo que me ha costado hacerla…”
Llegamos a la Red de Valdetuejar  a la hora de misa. Momento perfecto para esconder las pistas de la búsqueda del tesoro (menos mal que esto ya lo había preparado hacía días). Todo el mundo desafinando en la iglesia y yo guardando dos cofres con tesoros en el fondo de la fuente. Primer fallo: Ir con tacones de 10 centímetros a la montaña no es aconsejable. Segundo: Vestir de riguroso luto con 36 grados tampoco es muy acertado. Y para colmo,  las únicas 6 personas ateas del pueblo están sentadas en la fuente.
Aunque no pintaba bien,  teniendo en cuenta quien era la encargada de la comisión de festejos infantiles,  todo fue un éxito. De poder reclamar algo,  serían mis sandalias. Claro que ¿Quién me manda a mí estar todo el día monte arriba, monte abajo? El monte arriba todavía, pero… ¿El monte abajo con la sandalia de madera partida por la mitad? El número la cabra. Estábamos la Duquesa de Alba y…yo.

jueves, 22 de julio de 2010

Para disfrutar de esta entrada sería importante que os imaginarais que estáis escuchando el ruido de presentación de las actuaciones en los circos. “Tituriruriruriri tituriruriruri ti turi tutti turi…” Seguro que pocos habéis imaginado  a qué música me refiero. Tengo un oído de plastilina. Mi hermana fue la única que  heredó ese don.  Si queréis saber a qué me refiero adjunto el enlace para que lo podáis oír. (http://www.youtube.com/watch?v=V8vINCq_IAI&feature=related)

“Damas y caballeros,  bienvenidos al maravilloso circo Enderingling,  donde encontrarán cosas sorprendentes e inimaginables antes nunca vistas. Aparquen sus coches en el prado habilitado para tal fin  frente a la carpa. Hoy no ha llovido así que no serán necesarias las botas de pescar  para salir del fango. (eso me recuerda  un día,   4 de la tarde, todas las ventanas del 2º y 3er piso repletas de gente esperando que saliera la tonta que había dejado el coche aparcado a las 9 de la mañana en un charquito muy pequeño que 7 horas más tarde se había convertido en el lago Tanganica. ¡Era yo! Mis camperas estuvieron haciendo chof chof varios días. Si por lo menos hubiera tenido una pértiga…).
En este circo tan variopinto tenemos leones, en concreto,  un macho y dos hembras peleando por el mismo chuletón.  En realidad el domador está compinchado con el macho y éste ya sabe desde hace meses que la carne va  a ser única y exclusivamente  de él, pero las leonas ahí siguen dando vueltas sin parar, preparando la carne para que se la coma otro. También tenemos monos, que suben y bajan escaleras, imitan a su dueño sin parar y repiten todo lo que escuchan aquí y acullá al  macho alfa de la manada, que en este caso no es más que un Talapoin que se convirtió en líder no hace mucho,  una vez derrotada  la cheetah  dominante. Tenemos malabaristas monísimas que lo mismo hacen una cosa que hacen la otra. Ya le gustaría al Talopoin  tenerlas sentadas en su árbol todo el día alegrándole la vista. Estas nunca llegarán al nivel de los monos porque para eso hay que tener pito y no tener monitos que a la hora de subir y bajar escaleras estorban muchísimo…la velocidad del chisme se ralentiza. ¡Y desde hace dos días tenemos trapecistas! Son nuevos, no llevan con nosotros más de 3 días y ya están dando triples saltos mortales y sin red!!!!



miércoles, 21 de julio de 2010

El domingo son las fiestas del pueblo de mi padre. La Red de Valdetuejar. Comeremos “paella” (el día que mi madre haga paella y no arroz del que se pega en los dientes lo escribiré sin usar las comillas). Tomaremos el vermouth  y los niños buscarán el tesoro que previamente habré escondido yo en algún lugar recóndito. El año pasado,  alguien me sacó un  parecido con los  payasos del circo  a los que “detesto” profundamente y me adjudicó el título de “Organizadora oficial de juegos de niños”.  A mí precisamente,   que ya la primera vez me confundí con las pistas y  el tesoro a punto estuvo de quedar enterrado para siempre.  ¡Qué cosa más inútil!
Para muchos,  la misa es el acontecimiento más importante de las fiestas. Me atrevería a decir que  algunos  van únicamente para  contar el número de  asistentes y a la salida  comentar: “Este año había 30” “No, había 40” “¡Cada año viene más gente!” Sin duda alguna lo peor de la misa,  las cánticos. Si en Sister Act la iglesia se iba llenando de día en día,  aquí todavía no me explico cómo no bajan todos los santos y se van de fiesta la víspera. A mi padre se le escucha desde todos los pueblos vecinos. Eso sin contar con que es el único católico, apostólico y romano que asiste a misa todos los domingos y sigue rezando el padrenuestro antiguo…a voces…por si alguien no se había enterado que no sabe el nuevo. Y cuando acaba la misa, habla el alcalde  (¡Qué camisa hawaiana habrá elegido este año!) y hace un resumen de las cuentas del pueblo (Tiene que aprovechar que es el único sitio donde la gente no le va a ignorar vilmente). Todo acaba con un fuerte aplauso, besos, abrazos, saludos a gente que no conoces ni te importa lo más mínimo. “¿Eres la hija de Manolo?” “Si” “No te conocía” (Eso sucede cuando no me da tiempo a salir de allí por patas  y evitar toda la parafernalia). Como no hay bares  donde ir  a tomar algo, todos los días se toma el café de las 3 en una casa distinta a la que acude el resto del pueblo en manada.  A veces me recuerda el café con mis compañeras de trabajo hace años. Dios librara a la que no pudiera bajar un día porque ya sabía que iba a ser descuartizada por el resto.
El pueblo no tiene desperdicio pero me imagino que como muchos pueblos de España donde la carretera se acaba, donde el agua es gratis pero cada habitante cuenta los litros que los otros gastan en regar sus huertos, donde se comparan los tomates y las patatas para ver si son más grandes que los tuyos y criticar a los dueños por usar más agua, donde las cabras circulan por  medio de las calles con la misma libertad que las personas; pueblos en los que cuando se escucha un coche en la lejanía la gente se asoma a la puerta para averiguar quien viene. En definitiva,  pueblos de la España profunda y auténtica.





lunes, 19 de julio de 2010

Y ahora… hasta el 12 de septiembre. Me he quedado sin una cafre y sin un padre. Me queda otra hija y otro padre. Ya no somos familia numerosa…con todas las desventajas que dejar de serlo conlleva. Durante un mes y 24 días no escucharé frases como:

“¡Ha sido ella! ¡No, mentirosa! ¡Ha sido ella!”
“¡Valentina me ha pegaóóóóóóóóóóó!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!”
“¡¡¡¡¡¡¡¡¡Mamááááááááááá!!!!!!!!!!!! ¡Adriana lo ha rompido!”
“¡Valentina ha dicho joder!, ¡Yo no he dijido eso! Eso no se dice, ¿Verdad, papá? ¿A que joder no se dice? Jópela  sí pero joder no. Yo no digo joder nunca más.”
“Me ha metido el dedo en el ojo y ¿No le dices nada? La quieres más a ella que a mí”

Me temo que va a ser un verano  muy aburrido para Valentina que no tendrá a quien pegar, con quien discutir, a quien insultar, a quien echar la culpa de nada. Otro verano más mirando videos de su hermana en el móvil y dándole besos. ¿Por qué no se los dará cuando la tiene cerca? Quizás porque todos le sabemos a ketchup…o eso dice cada vez que alguien la besa y se frota la cara limpiándose.
Y si me falta un padre para cuidar de las dos… ¿Cómo voy a salir de fiesta con el otro padre? ¿Cómo lo hacen las mujeres que deciden ser madres solteras en la vida? Me despiertan auténtica admiración. Yo tengo dos para dos y si me apuran,  a veces necesitaría otro para poner orden y organizarnos un cuadrante.
Me he despedido de Adriana a las 7:15 y le he llamado una hora más tarde para ver si ya me echaba de menos. “¿Cómo voy a echarte de menos si te fuiste hace dos minutos?” La pena es que un mes y 24 días más tarde me dirá sin despeinarse ni ponerse colorada: “No te he echado de menos, a Valentina sí…pero sólo a ella”. Y yo,  otro septiembre más,  me alegraré de ser mamá y llegaré a la conclusión de que  estoy haciendo algo como el culo. Tengo casi dos meses para reflexionar…

domingo, 18 de julio de 2010


“Como ya sabéis, el bautizo no tuvo lugar. Lola había fijado la fecha con el único fin de presionar a Hugo. Su primera  intención no era celebrarlo,  sino conseguir que él cediera y aceptara a Lucas como padrino. Ni adrede le habría salido  peor la jugada.
 Me encanta este pueblo. Siempre tendré una  fuente inagotable de inspiración para mi blog.
La iglesia abarrotada. Sus habitantes, sin excepción, apretados culo con culo en los bancos recién barnizados. Todo sucedió  como en un partido de tenis. De un lado, en el altar,  Lucas y Lola con una indumentaria un poco de andar por casa. Y… ¿en la puerta? Todos sabéis quien apareció…
Los que pensáis que el bautizo se suspendió  debido al golpe recibido  por  don Damián en la cabeza, os alegrará saber que ya se encuentra mejor.  El misal pesaba lo suyo pero con  un bordado de 4 puntos en cruz,  lo tendremos  de nuevo en la sacristía a lo largo de la mañana. Muy a su pesar  tuvo que  permanecer ingresado una noche y todos sabéis  que por una costurita de nada no te dejan ocupando una cama en el hospital. ¿Qué le pasaría realmente a Don Damián? Esta que escribe lo sabe pero por ahora no puede contarlo. Recordaréis  que hace tiempo os dije que algún día soltaría una bomba que dejaría al pueblo petrificado. Ya queda menos…”


De espaldas a la iglesia Lucas y Lola mantienen una acalorada conversación.

Lucas: “Te lo dije. Sabía que esto iba a acabar mal.”

Lola: “Cállate. Todavía puede llegar.”

Lucas: “Sí, claro,  para partirme la cara. Te dije que hablaras con él, que no importaba que yo no fuera el padrino, pero tú no, tú siempre tienes que hacer lo que te da la gana y al final aquí estamos haciendo el ridículo delante de todo el pueblo.

Lola: “Yo pensaba que él cedería antes, que aceptaría mi decisión, y organizaríamos el bautizo juntos. Ni siquiera deberíamos estar aquí. Lo de poner fecha fue una broma para presionarle.”

Lucas: “Pues a ver cómo le explicas ahora a don Damián que hemos venido aquí  a hacerle perder el tiempo.  Después les dices a todos esos que están ahí sentados,  que han venido  aquí para nada.”

Lola se gira. Los bancos están repletos de gente.  Todos están pendientes de su conversación. Si alguno se atreviera a toser ahora, el resto le saltaría a la yugular sin pensarlo.

Lola: ¿Y tú crees que han venido aquí para ver cómo bautizamos a nuestra hija o para disfrutar  del espectáculo? Marujas que son todos unas marujas.

De repente los habitantes de las Redes del Valle se giran de nuevo. Acaba de entrar Hugo. Va vestido como un pincel. El bautizo de su hija no es cualquier cosa. Traje oscuro con un toque metalizado de Antonio Miró, chaleco y corbata  en color verde botella a juego con el vestido de su acompañante.  Lola se queda sin respiración. Si le pinchan en ese momento no sangra. Y en cuestión de segundos pasa de no respirar a hacerlo de manera entrecortada cuando se da cuenta que Hugo no viene solo. A su lado camina Isabel, su novia de toda la vida hasta que la conoció a ella
.
Lola: “¿Se puede saber que hace esa aquí?”

Hugo: “¿Quién? ¿Lisie?”

Lola: “¿Todavía la llamas así? ¿Lisie? Y ¿Por qué lleváis esa pinta?”

Hugo: “¿A que pinta te refieres? ¿A la nuestra que venimos a un bautizo o la vuestra zarrapastrosa?” Espera un momento… ¡No pensabas celebrarlo! Eres tan retorcida y maquiavélica que has preparado todo este teatro para jugármela.”

Lola: “Pues sí, ¿Qué pasa? Yo quería que tu hermano fuera el padrino porque es como tiene que ser. Es su tío. Y tú no querías. Pensaba que así te daba tiempo a recapacitar pero eres tan terco que al final llegó el día y no me he atrevido a decírselo a don Damián.”

Hugo: “Pues ya que estamos aquí lo podemos celebrar.”

Lola: “¿Y ella que pinta aquí?”

Hugo: “Lo mismo que ése. Será la madrina”

Lola: “¿Te has vuelto loco? ¿Tu novia de toda la vida?”

Hugo: “Igual que él, tu novio de toda la vida y además ex-marido”.

Lola: “No es lo mismo. El es su tío”

Hugo: “Y ella su tiíta y podría ser su madre si tú no te  hubieras interpuesto en su camino y te me hubieras  metido por los ojos.”

En ese momento Lola se pone fucsia, la vena del cuello parece que le fuera a estallar, mira alrededor buscando algo. Finalmente sube los dos peldaños que la separan del altar, agarra el misal que está encima y con todas sus fuerzas lo arroja a la cabeza de Hugo,  con la mala suerte de que Don Damián se interpone  en el camino  justo cuando salía de la sacristía con gesto de dolor. Cae al suelo en el acto.

Hugo: “Mira lo que has hecho. Estás loca de atar”.

Lola: “Ha sido sin querer. Yo quería darte a ti.”

Argensola: “¡Dios mío! Está sangrando. Que alguien llame a una ambulancia.”

Don Damián: ¡Ay, qué golpe! Pero, ¿Qué ha pasado? ¿Qué hace aquí mi misal? No recuerdo nada.”

Don Damián  es llevado al hospital en una ambulancia del Samur. Le dan 4 puntos en la cabeza pero eso no es  lo que ha ocasionado que permanezca  en el hospital durante toda la noche ingresado. La causa había ocurrido unas horas antes…

(Don Damián y doña Argensola en la sacristía)


Argensola: “Te he planchado ya la casulla, cariño.”

Don Damián: “No me diga cariño, un día se te va a escapar y verás el lío en el que nos metemos.”

Argensola: “Perdona cariño, quiero decir, Damián. Es que estás tan guapo cuando te pones la casulla roja.”

Don Damián: “Me estás poniendo nervioso y tengo un bautizo en 10 minutos. La iglesia está llena. No entiendo por qué ha venido todo el pueblo.”

Argensola: “¿No te has enterado? Lola va a celebrar el bautizo de Julia sin Hugo.”

Don Damián: “Y me imagino que todo el pueblo ha venido exclusivamente a ver si aparece.”

Argensola: “Me imagino. Ya sabes cómo son. Si algún día se enteran de lo nuestro.”

Don Damián: “Ni lo digas. Voy al baño. Me han entrado ganas de hacer pis con los nervios.”

Don Damián se mete en el baño. Unos segundos más tarde, Argensola entra en el baño de puntillas y le rodea la cintura con los brazos.

Argensola: “Te quiero”.

Don Damián: “Ay, ay, ay. Me muero de dolor.”

Argensola: “¿Qué te ha pasado?”

Don Damián: “Me has pegado un susto de muerte y me he pillado con la cremallera. Me duele. Creo que estoy sangrando.”

Argensola: “Déjame ver, a ver si te has hecho herida”.

Don Damián: “Levántate mujer. Imagina que entra alguien ahora y te ve ahí de rodillas mirándome la entrepierna. ¿Qué crees que pensarían?”

Argensola: “Pero te has hecho sangre. Déjame que te cure.”

Don Damián: “Ahora no, tengo que salir ya. Es la hora del bautizo. Sólo me falta la estola. Pásamela, por favor.”

Todavía dolorido,  Don Damián sale por la puerta de la sacristía. No le hace falta llegar al altar para empezar a leer el misal…








viernes, 16 de julio de 2010

El día 24 tengo una comida con mis compañeras del colegio. A algunas no las veo desde entonces, la friolera de más de 20 años. ¡Cómo habremos cambiado! Y lo peor de todo... ¿¿¿¿Qué me pongo????? En este tipo de acontecimientos hay que regirse  siempre por la misma regla de oro: “Antes muerta que sencilla”. Es casi como una boda en la que al día siguiente  se critica hasta el modelo de las camareras del restaurante.
Mi novio siempre dice que no entiende por qué de lunes a viernes para ir a trabajar me pinto, me visto cada día con un modelín, sin repetir,  por supuesto, y  siempre estupenda. (Ya lo digo yo por si alguno tenía alguna duda).  “Y llega el fin de semana y alá tol día con la misma pinta hippie.” Lo irónico es que en ningún momento se muestra celoso. Sabe a ciencia cierta que lo de arreglarse entre semana no tiene nada que ver con el montón de hombres con el que trabajo sino con el otro montón, el de mujeres que vamos allí a darlo todo y no precisamente al teclado. Y es que trabajar a veces es muy aburrido. Lo que de verdad cuenta es el café de las 10, los cotilleos, criticar. Las tías somos la hostia pero lo bien que lo pasamos no tiene precio. Si la envidia fuera tiña… “Mira esa,  parece un arbolito de Navidad,  no le falta un detalle… mira  la otra, sólo les falta colgarse el cartel de Carolina Herrera de la frente, ahí vienen  las Tous... del rastro…” La cosa es no dejar títere con cabeza. Y eso ya sólo con el atuendo…si entro ya en  descalificativos en cuanto a la capacidad laboral me da para 3 entradas.  Tengo detrás dos leones dando vueltas dentro de una jaula durante 8 horas diarias. Y ahí no tenemos ningún Ángel Cristo (en paz descanse) evitando que una de las dos  de el primer zarpazo. Mientras,  los demás como en el circo, esperando que eso ocurra,  todos los días recibiendo novedades, casi nunca buenas. Cruzando los dedos para que al cuervo,  que sobrevuela de vez en cuando,  le den vacaciones definitivas.
Pero lo importante es participar y divertirse y yo de eso sé un rato largo… Por cierto, ¿Qué me pongo? En algún sitio he perdido el hilo…

miércoles, 14 de julio de 2010

Dos semanas de vacaciones. Pasé la primera de relax,  bebiendo y comiendo. Busqué el sitio perfecto para tener a mis hijas entretenidas. Como madre un 10 y mi conciencia limpia.  Ahora estoy en la segunda.  No puedo beber ni comer porque tengo que adelgazar lo de la primera. Mi novio trabaja y yo sola me encargo de las niñas durante el día. . “Cuido” de ellas y de la hija de una amiga y estas son algunas de las frases que les he escuchado. Pensar que sólo tienen 7 y 8 años…da pánico.

“Te juro que no quiero ser tu amiga nunca más, nunca, nunca, nunca.” Esa es la histérica de mi hija,  brazos en jarras. Una hora más tarde todavía no he entendido el drama nacional que le ha llevado a ese estado de locura transitoria pero le veía hasta las venas de los ojos.

“Como no me pueda quedar aquí por la tarde, me mato….bueno mejor no, mato a alguien.” Esa es la amiga,  que finalmente se ha ido para su casa  hasta que las dos vuelvan a su ser.

“¿Podemos ir maquilladas a la calle?” Esas son las dos, pintadas como puertas después de haber tirado por segunda vez el esmalte de uñas por el suelo del baño. La segunda por cierto, mientras yo estaba agachada limpiando lo de la primera. Ahora tengo unos zapatos con manicura francesa y un vestido que brilla en la oscuridad.

Ayer vi Luna Nueva. Robert Pattinson está buenísimo, ¿verdad?” Esa es la amiga, preadolescente ya con 8 años. Para esto mi hija no tiene respuesta. En Dora La Exploradora lo más fuerte que he escuchado alguna vez  es “Ese no tiene pito” (se referían a un tren)

 “¿Cuántas  gominolas podemos comprar con 10 céntimos?” 2. ¿Y con 15? 3. ¿Y con 20? “Iros a tomar por el culo, os voy a comprar el libro de vacaciones Santillana de matemáticas”

Desgraciadamente, he comprobado también que sigue de moda el presumir de tener el número más grande de todo… “Pues yo tengo 8 primos…pues yo 9. Pues yo tengo 4 pueblos… pues yo 7”. Lo malo es que crecemos y ese espíritu competitivo nos persigue toda la vida. Me las imagino con 18. “Pues yo me he liado con 15…pues yo con 20” Entonces los que empezarán a competir por cuantos se cargan serán sus padres y padrastros. No sé si habrá balas suficientes…son tan monas…


martes, 13 de julio de 2010

Hay personas que nunca deberían ser olvidadas,  simple y llanamente porque para ti fueron únicas. Siempre se dice que todo el mundo es prescindible pero no es verdad. Hay gente que no lo es, que nunca podrá ser sustituida por otra porque lo que esa persona hacia,  no lo podría  hacer otra ni remotamente igual de bien.  Ojalá todo el mundo tenga o haya tenido  un “imprescindible” en su vida.

Mi abuela era genial porque:

  1. Cocinaba las mejores magdalenas del mundo. Con ella y su hermana se perdió la receta… ¡Qué lástima! Podían batir huevos durante una hora seguida a una velocidad que no veías ni las varillas...y no me refiero a la eléctrica.
  2. Hacia una raya a los pantalones, tras precisa como la que me hacía a mí en el pelo cuando era pequeña.  Me agarraba por la barbilla para  que no pudiera moverme ni un milímetro y me clavaba las púas en el cerebro. Yo creo que por eso ahora tengo tan poco pelo.
  3. Porque le encantaba ver telenovelas y sólo con ella he podido compartir ese afición. Si me perdía algún capítulo me lo contaba con todo lujo de detalles….el confundir el nombre  de los personajes complicaba un poco  las cosas pero siempre merecía la pena.
  4. Porque mis deseos eran órdenes para ella.
  5. Porque cualquier cosa que cocinaba lo hacía durante horas, mirando la cazuela una y otra vez, probándolo constantemente hasta que aquello tenía un gusto diferente. Uno sabía que ese día había cocinado ella. . Creo que la filosofía de  “Como agua para chocolate” es lo más parecido.
  6. Porque me encantaba ver cómo le hablaba a la tele, avisando a Curro Jimenez cuando  alguien le  iba a disparar o las protas  previniéndoles contra los maridos que las estaban engañando.
  7. Porque se escandalizaba con mi actitud ante la vida pero ojalá  ella hubiera vivido un poco más libremente. 
  8. Porque cuando llegabas a casa y al entrar resbalabas hasta la mitad del pasillo, sabías que ella había estado allí pasando las bayetas durante horas hasta que el parquet parecía una pista de patinaje.

Por su tranquilidad, su paz, por ser una hormiguita que no paraba nunca, por quererme tanto…por todo eso y mucho más,  creo que algunas abuelas deberían durar toda la vida...todas no...Tu imprescindible puede ser otro...

lunes, 12 de julio de 2010

Hay cosas que desde mi punto de vista  femenino  no entiendo de estos acontecimientos deportivos de macho men. Detalles  que se escapan a mi cromosoma XX y que alguno de los que decidís voluntariamente bañaros en una fuente a las 12 de la noche podéis explicarme. Cualquiera diría que sois los mismos a los que vuestra madre os perseguía con la zapatilla para que os bañarais hasta que cumplisteis los 14.

  1. Todos los jugadores suben unas escaleras para recoger una  medalla y la copa. Todas las cámaras les enfocan y millones de espectadores observan cada gesto que hacen. Sabiendo esto, ¿Por qué la mitad de ellos escupen y se tocan las bolas mientras suben? ¿Os imagináis   el comentario general si las que subieran fueran mujeres escupiendo y rascándose el chete?
  2. A veces he visto como los hombres cuando quieren hacer burla de las mujeres nos imitan pegando saltitos a todas juntas como lerdas. Y ¿Por qué ellos para celebrar que han ganado se juntan en círculo y hacen el mismo ritual? ¿Dónde está la gracia en saltar sin parar como niñas al corro de la patata? ¡¡¡¡Durante horas!!!!!!!!!!!!!
  3. Sinceramente, ¿No hay un traje más bonito para Iker?  No sé cual le favorece menos si el verde monte o el azul querubín.
  4. ¿Qué hacían todos bebiendo Budweiser y no Cruz Campo o Mahon durante la celebración? Tan patriotas para el deporte  y tan poco para la cerveza que es algo mucho más entretenido que el fútbol.
  5. ¿Y lo de abrazar un trofeo y besarlo todos una y otra vez? Babas y más babas y luego les dirán a sus hijos que las cosas del suelo no se cogen. Y ahora se abrazan todos sudando como cerdos y eso no les da asco, y venga a saltar, y agarrarse del cuello  y a saltar todos unos encima de otros. Yo que tengo fobia a que la gente me roce estoy sufriendo como nunca.
  6. Y lo de que Pujol lleve ese peinado, ¿Es una promesa que le hizo a la Virgen de pequeño? Ni el asesor de imagen de Aznar aconsejaría semejante pelo y eso que el suyo es difícil de superar.
  7. ¿Por qué los comentaristas de la primera no se toman unas cervezas antes de salir en antena? Son tan mustios… casi tan sosos como Eva González presentando Supervivientes desde la isla. 

Dicen que si a las mujeres no nos gustan las pelis porno es porque al final los protagonistas no se casan. Yo creo que eso es bastante discutible,  pero lo que no le discutiría a nadie es que a mí,  no me gusta el fútbol precisamente porque no hay historias de amor de por medio. Pero tenía que llegar San Iker y como un niño con zapatitos nuevos le plantó ese beso a la Carbonero y un día más tarde es el video más visto en youtube…seguro que sólo lo vimos y lo comentamos las mujeres…segurísimo.

domingo, 11 de julio de 2010

CASA RURAL LA ROSALEDA
CAPÍTULO 5º
Es increíble ver cómo una persona de 15 años tiene la capacidad de manipular a todo un pueblo. Mi hija Gabriela  es única. En estos momentos   mantiene a todos revolucionados.  Es indudable que algún día llegará a ser alguien realmente  importante.

“Este mono es una monada. Mírale  cómo come.” (Gabriela acariciando a Amelio)
“No le cojas cariño, Gabriela. En algún momento tendremos que soltarle. No podemos  tenerle  toda la vida  encerrado en la cueva.” (Rodrigo intenta quitarle a Amelio de los brazos)
“Ya pero es tan mono. Además su dueño sigue muy entretenido.”(Gabriela mira a su amigo y le dedica una sonrisa picante).
“Eso no lo sabemos. El otro día cuando fuimos hasta allí  no pudimos ver nada”
“¿Volvemos hoy? En algún momento se quedarán sin comida y tendrán que salir”
“Hoy ya sabes lo que nos toca. Es 2º martes del mes.”
“¿Estás seguro que quieres seguir yendo? El día que nos pillen,  se nos va a caer el pelo.” (Gabriela vuelve a soltar al mono)
“Sabes que necesito ir. Es muy importante para mí y para ellos también.”
“Para mí también,  pero robarle la moto a mi padre una vez al mes me provoca  ansiedad.”
“No te preocupes. Iremos por el monte. Por ahí no se pone nunca la guardia civil.”
“¿Me dejas llevar al mono? Les va a encantar. Por fa, por fa, por fa.” (Gabriela junta las manos en señal de súplica)
“Tira anda. Te aprovechas porque sabes que no te puedo decir que no.” (Rodrigo sale de su cueva secreta ayudando a Gabriela que sujeta al mono entre sus brazos para que no se caigan).

“porsinotienesmásvacasqueordeñar.blogspot.com”

“Menuda cola había hoy en el salón de belleza de la Pilu. Ni cuando hay empanada de bonito gratis en las fiestas del pueblo,  se forma una fila tan larga. Su “libertina”  dueña (palabras de doña Eveline,  no mías…Dios me libre),  después de una semana sin salir de casa, por fin ha decidido volver a trabajar. Creo que ha sido fruto de todas las plegarias y velas ofrecidas a San Pancracio en la iglesia.   Había más canas en el pueblo que en el  rebaño de ovejas de Don Emiliano. Tengo que resaltar   que me he fijado bien y en la cola no sólo  había señoras necesitadas de un tinte; También observé desde la distancia  otras caras conocidas, entre ellas,  algún calvo ávido de cotilleos. No creo que les diera hoy por ir a pulir la  coronilla. A las 8 de la tarde como de costumbre La Pilu ha colgado el cartel de cerrado y a  esa hora todavía nadie sabía  realmente lo que ha ocurrido entre ellos. Craso error por parte de  la interesada no haberlo aclarado.  Su hermetismo sólo ha contribuido a alimentar todo tipo de teorías. Desde la más absurda según la cual  Marco Rossi sería   impotente, pasando por otra también descabellada que afirma  que a la Pilu le gusten  las mujeres, hasta la  única con final feliz, que nos alegra con el anuncio de  su matrimonio en unos días.
Porsinotienesmásvacasqueordeñar puede asegurarles que se han separado definitivamente y también conoce  el verdadero motivo. Marco Rossi sí está enamorado de la Pilu. El problema no es ese. La Pilu también está enamorada de él. Eso tampoco es un handicap para la relación. Pero querer abrir una  puerta  sin haber cerrado otra,  puede provocar una  corriente tan fuerte que haga que lo que más quieres,  salga volando. Marco Rossi ya no está entre nosotros. No quiero decir que se haya muerto. Puntualizo esto porque seguro que Doña Amalia haría correr el  rumor  como la pólvora. Os comunico que el apuesto amante de la esteticista  abandonó el pueblo ayer  a las 4 de la madrugada disfrazado de superman. Me pregunto si la Pilu no tendría un disfraz un poco más discreto que ese.   Menos mal que Hernández y Fernández no estaban de guardia…al menos en el pueblo. De haber estado trabajando,  le  habrían detenido ipso facto. Llevar las bragas por fuera de los pantalones les habría parecido seguramente  un delito de  escándalo público.  Afirmo a ciencia cierta que no estaban de guardia porque sé de buena tinta que estaban vigilando (desde dentro), el único local de striptease que hay en 50 kilómetros a la redonda.”

“¿Qué cree usted que ha querido decir con eso de las puertas y el aire?” (Doña Mercedes pregunta intrigada)
“No sé, señora Mercedes, la persona que escribe esto a veces es muy enigmática y usa palabras que no entiendo.” (Doña Amalia contrariada)
“La muy cotilla se las da de saberlo todo pero nos deja igual que estábamos. Y ahora a ver quien le pregunta a la Pilu si es verdad que se han separado y por qué.”
“¡Qué pena!, ¿verdad? Tan jóvenes y tan guapos.”
“No te preocupes. Ya  veremos como le hacemos para que vuelvan a estar juntos. ¡Era tan romántico! Nos han dado tanto juego estos días…”


En la parroquia de Las Redes del Valle

“Padre Damián. Usted no mentiría nunca, ¿Verdad?” Pregunta  Hugo con desesperación.
“No, hijo. Yo sé lo mismo que tú. Tu mujer vino a reservar hora para el bautizo de vuestra hija. Se celebrará  dentro de  dos semanas.”
“¿Sabe si cumplimentó los papeles con los datos de los padrinos?”
“Claro. Yo no estaba cuando los trajo pero me dijo Doña Argensola que vino ayer por la tarde a  dejarlos.”
“Necesito saber qué puso. Déjeme verlo padre.”
“¿Tu mujer y tú no habláis? La comunicación es uno de los pilares de toda relación.”
“Me va a disculpar padre pero déjese de monsergas y dígame a quien escribió mi mujer como padrino.”
“Ya se lo busco hijo. Espere aquí un momento mientras voy a la sacristía. Aproveche este ratito para rezar un padre nuestro  a San Pancracio. Pídale el sosiego que te falta.”
Hugo recorre el altar de un lado a otro. “Como haya tenido el valor de escribir el nombre de Lucas me divorcio. ¿Dónde se habrá visto que un padre no sea invitado al bautizo de su hija?”
“¡Aquí está!” El padre Damián sale de la sacristía con un sobre en alto. Hugo de dos zancadas se lo arranca de las manos.
“Perdone padre pero estoy muy nervioso.” Hugo rompe el sobre y saca un papel  con un post-it encima. “¿Qué significa esto?”
“Eso no es de la parroquia. ¿Qué pone, hijo?”
Sí has sido invitado al bautizo de tu hija, gañán que eres un gañán.  Eres tú el que no quiere ir porque no te gusta el padrino. Y si estás pensando en divorciarte de mí por elegir a tu hermano para ese papel, piénsatelo dos veces porque soy capaz de sacarte hasta los ojos en el divorcio. Y cuidadín   con lo que le dices al Padre Damián porque me enteraré…”











sábado, 3 de julio de 2010

Érase una vez, un pais llamado España, donde vivía una mujer, a la que todo el mundo odiaba.
Se llamaba HACIENDA. Con ese nombre,¿¿Qué esperabas??La muy hija de puta se follaba a todo el que podía y aun así, nunca estaba satisfecha.


Resumiendo, una ninfomana sin tratamiento posible. Y llego el mes de julio y vino otra señora llamada IVA.
y se alió con la primera, y entre las dos decidieron hacer el agosto, en este caso el Julio, a costa de los pobres y tontos habitantes de este pais, que llevaba ya una larga y ardua temporada cuesta abajo y sin frenos.


A estas dos, se las veía venir de lejos, es lo que tiene oler a basura muchos metros antes de llegar a tu lado.
Pero detras de estas dos hijas de su madre, hay otros con cara de buenos, o de Mr Bean,que es algo parecido, que te venden motos que luego solo son triciclos de rueda y media. Y cuando esos te dan por el culo, pues te duele más, porque a esos ni los has visto venir. Y claro...no te ha dado tiempo ni ha echarte vaselina.


Y resulta que es totalmente legal que algo facturado de Mayo venga con un 18%. Y si con eso no te ha dolido bastante, pues te dicen que el gas ha subido un 8%.


Eso si, hacienda alarde de un ápice de bondad, tiene los santos cojones de enorgullecerse de que la luz no sube...


Pero todos sabemos que sólo es cuestión de tiempo. Estan esperando a que llegue el duro invierno y cuando todo el mundo se vea obligado a encender sus radiadores eléctricos y acumuladores de calor, entonces darán su golpe de gracia y dirán que no les ha quedado más remedio que igualarse las tarifas europeas.


Y entonces es cuando Mr Bean sufrirá un orgasmo tan intenso que hará que sus cejas se disparen hasta el infinito y más allá.


No hay que olvidar, que la calefacción de su casa no la paga él.


¡¡Ah, claro!! Si la pagamos todos...

jueves, 1 de julio de 2010

“Aunque todavía faltaban cuatro largos meses para que llegara otro caluroso agosto, Julia no podía pensar en otra cosa que no fuera el viaje que entonces la llevaría  a Italia. Siempre había querido ir allí pero hasta ahora nunca había encontrado ni el momento ni el compañero de viaje idóneo. Así que, ahora que tenía un trabajo estable, y que, a los 30 años, por fin  se había dado cuenta que la mejor compañera que podía encontrar,  era ella  misma, decidió emprender el que  consideraba el viaje de su vida.
Julia era traductora. Llevaba tres años trabajando en una prestigiosa editorial  y disfrutaba con  lo que hacía. Excepto los dos o tres inevitablemente pesados que sufren todas las empresas, el resto de  la plantilla era aparentemente agradable. Pero algo la diferencia de sus compañeros. Era la única mujer soltera. Eso la hacía sentirse más independiente y libre que los demás. Sin embargo, esa autonomía de la que ella se enorgullecía, era también motivo de dimes y diretes  por parte del resto. Julia estaba al tanto de esas habladurías pero hacía caso omiso de tanto cotilleo  porque, al fin y al cabo, su vida y lo que hiciera con ella, sólo le incumbía a ella…
Lo primero que tenía que hacer era reservar un billete de ida y vuelta y un hotel en Roma. Y después despedirse de sus amigos, en especial de Salvador. Hacía sólo tres meses que él se había mudado al piso de arriba. . Hasta entonces había defendido a ultranza que lo mejor que puedes hacer con los vecinos es no llegar a conocerlos. Pero la forma en la que se cruzaron la primera vez,  hizo que una de sus innumerables  reglas de oro llegara a tambalearse. Aquel día subía las escaleras pensando en los libros nuevos que habían llegado a la editorial cuando empezó a oír ruido en el ático, y de repente empezaron a caer rodando  todo tipo de objetos: libros, vinilos, figuritas de Lladró e incluso el tablero de una mesa de dibujo. Corriendo desenfrenado detrás de aquella avalancha llegaba Salvador. Le dedicó una sonrisa de “disculpa, se me ha caído sin querer”, y siguió escaleras abajo trotando como un caballo desbocado.
Julia todavía se reía cuando él entró de nuevo en el portal con lo que ya no se parecía en nada a los restos de su mesa. Le ayudó a recoger lo que todavía estaba desperdigado por los viejos y destartalados peldaños de madera y al llegar a su puerta se presentaron.
Salvador resultó ser un hombre amable, creativo, lo que algunos definirían como buena persona en general  pero para ella   era fundamentalmente  un hombre atractivo, con una sonrisa deslumbrante y unos ojos que la dejaban sin palabras. Lo demás no le importaba mucho…tampoco tenía pensado entablar una gran amistad con él.
Ya no podía volverse atrás. La decisión estaba tomada. Quizás había influido en ella el interminable y lluvioso invierno. Contemplar día tras día cómo la lluvia caía sin cesar al otro lado del cristal había sido más de lo que ella podía resistir. Esperaba que una gota de agua chocara contra su ventana y  precipitara dentro de su habitación ese acontecimiento crucial- desconocía en qué podía consistir-que llevaba esperando desde que fue consciente que ya tenía 30 años. Pero la espera había sido en vano y ella misma había tomado la decisión de ir a su encuentro.
Las tierras italianas siempre habían ejercido sobre ella una poderosa atención. Todo lo que había de leyenda y mito en torno a su gestación como pueblo, historias llenas de pasiones encontradas, héroes y heroínas de fuertes personalidades que habían forjado una historia siempre llena sobresaltos, despertaban su lado salvaje y apasionado, que normalmente mantenía oculto bajo su coraza de hielo. Nada ni nadie le podía impedir  convertirse, gracias a su imaginación,   en una nueva Lucrecia Borgia, o seducir a Casanova.
Salvador, sí, se presentaba como un hombre atractivo e interesante, pero no era el único que había conocido en su intensa vida. Llegaban, apenas permanecían unos meses en su vida y se iban sin hacer ruido.
Lo único que Julia realmente lamentaba era tener que alejarse por un tiempo de sus amigas, pero los altavoces del aeropuerto ya llamaban. “Pasajeros con destino a Roma, vuelo BA 609 por favor embarquen por la puerta número…”
Ligera de equipaje,  se dirigió a la puerta de embarque. Muchos sueños iban esta vez dentro de sus maletas; tal vez por eso su ropa ocupaba menos que de costumbre. Por una vez,  ni siquiera había necesitado sentarse encima para cerrarla.
Antes de entrar se giró aunque  ya sabía que no iba a encontrar a nadie allí. No le gustaban las despedidas. A Salvador simplemente le había dejado un escueto mensaje en el contestador. Mensaje  que él escucharía cuando volviera de su viaje a Holanda. “Que no se hubiera ido”. Pensó.







¡Colabora!