El día 24 tengo una comida con mis compañeras del colegio. A algunas no las veo desde entonces, la friolera de más de 20 años. ¡Cómo habremos cambiado! Y lo peor de todo... ¿¿¿¿Qué me pongo????? En este tipo de acontecimientos hay que regirse siempre por la misma regla de oro: “Antes muerta que sencilla”. Es casi como una boda en la que al día siguiente se critica hasta el modelo de las camareras del restaurante.
Mi novio siempre dice que no entiende por qué de lunes a viernes para ir a trabajar me pinto, me visto cada día con un modelín, sin repetir, por supuesto, y siempre estupenda. (Ya lo digo yo por si alguno tenía alguna duda). “Y llega el fin de semana y alá tol día con la misma pinta hippie.” Lo irónico es que en ningún momento se muestra celoso. Sabe a ciencia cierta que lo de arreglarse entre semana no tiene nada que ver con el montón de hombres con el que trabajo sino con el otro montón, el de mujeres que vamos allí a darlo todo y no precisamente al teclado. Y es que trabajar a veces es muy aburrido. Lo que de verdad cuenta es el café de las 10, los cotilleos, criticar. Las tías somos la hostia pero lo bien que lo pasamos no tiene precio. Si la envidia fuera tiña… “Mira esa, parece un arbolito de Navidad, no le falta un detalle… mira la otra, sólo les falta colgarse el cartel de Carolina Herrera de la frente, ahí vienen las Tous... del rastro…” La cosa es no dejar títere con cabeza. Y eso ya sólo con el atuendo…si entro ya en descalificativos en cuanto a la capacidad laboral me da para 3 entradas. Tengo detrás dos leones dando vueltas dentro de una jaula durante 8 horas diarias. Y ahí no tenemos ningún Ángel Cristo (en paz descanse) evitando que una de las dos de el primer zarpazo. Mientras, los demás como en el circo, esperando que eso ocurra, todos los días recibiendo novedades, casi nunca buenas. Cruzando los dedos para que al cuervo, que sobrevuela de vez en cuando, le den vacaciones definitivas.
Pero lo importante es participar y divertirse y yo de eso sé un rato largo… Por cierto, ¿Qué me pongo? En algún sitio he perdido el hilo…
Si es que te lías tu sola nena... se te va la pinza hacia el circo del entorno... y aunque eso de pa' mucho, no te va a solucionar el papelón de la cena. Así que pasando a lo prioriario: taconazo. Indiscutible. Y ahora, que para tu tono (no te ofendas) estás morenita. Vestido, negro, si puede ser, con unos pendientes y la "rayalojo" divina. De que conserves el color, tienes tiempo esta semana acompañandome a la piscina. Y lo del National Geografic del entorno, habrá que sentarse a esperar, monísima, eso sí, por si al final tienen que venir los de Gente y salimos en la tele.