Está visto que hoy es el día de los noticiones. Por un lado va y dimite Esperanza Aguirre (la mujer del rictus más odiado y desagradable  sobre la tierra). Y otro y no por ello de menos trascendencia mundial,  está  el escándalo de  Kate  Media tonelada (Kate Middleton para los amigos). ¡¡¡¡Se le han visto las tetas!!! Los titulares de  los periódicos sobre este tema me dejan perpleja. Me han hecho recordar una vez que fui a la piscina con mi novio (uno que tenía con 16 años) y al darme la vuelta en la toalla se me salió una pecho  del bañador. Su cara fue un poema pero aún así mantuvo la compostura e hizo como que no lo había visto. Años más tarde me   confesó  que sí y también que se había puesto como una moto ante  semejante visión. ¿Será que a la gente que le ve las tetas a la Middleton le  pasa lo mismo? Si no es así, no entiendo la escandalera por unas putas tetas que encima como mucho son de la talla 85 que ya me dirás tú…Y ella como loca intentando confiscar lo que todo el mundo ya ha visto. Claro,  como no la persigue nunca nadie, seguro que  dijo: “Me voy a despelotar aquí, Willy my Darling, que no nos ve nadie.”

Entre tanta pechuga no me voy a olvidar de la Espe que ahora ha decidido convertirse en gallinita para sus polluelos. Me parece estupendo, dando ejemplo de los preceptos de su partido. Las mamás en casa a cuidar de sus hijitos y sus nietos. De aquí a hacerles comiditas no queda  nada.  Eso sí, a comer todos en casa  que el comedor del cole está por las nubes y ahora te cobran hasta por calentar el tupper. La única  pena de su decisión  es que no lo hubiera tomado  hace miles de años pero claro…de haberlo hecho antes   no se habría enriquecido  a costa de los demás y ahora, ¿Cómo iba a vivir ella sin su chofer, su personal de servicio, sus trajes, su personal shopper  (ya me dirás tú de qué le sirve) y un sinfín de detalles  sin importancia que la invalidan para tomar decisiones muy serias sobre el resto de los mortales. Subo el transporte público pero nunca lo uso. En general… predico sobre la austeridad cuando tengo un patrimonio de millones de euros ganado honradamente  con tu sueldo de político.

Ay, Espe, la falta de humanidad se paga y como dice el dicho: “Siéntate a esperar y verás pasar el cadáver de tu enemigo.”

Por cierto, mira a ver si convences a la Botella que también tiene muchísimos nietos que cuidar y un marido al que atender.