Promocionar un libro cuando no te conoce nadie es bastante difícil…por no decir, desesperante a veces.  Aunque yo soy como soy y rara vez me hundo en la miseria,  a veces escucho cada cosa…que a más de uno  le hacía comer el bendito libro.
Ayer en un colegio.
Yo (a la encargada del departamento de literatura de primaria): “Hola, escribí un libro blablabla…, me lo publicaron el año pasado, blablabla…, este año se presentó al departamento para que lo pusieran como lectura para los niños de la ESO blablablabla….al final no lo eligieron porque se decantaron por Lope de Vega (me alegro mucho por él… los dos tenemos mucho en común y  como escritores noveles  que somos ambos, necesitamos el apoyo de los colegios) blablabla… Me habían comentado que a veces vienen escritores y hacen alguna actividad con los niños en el horario escolar  blablabla….”
Ella: “Sí, es cierto. A veces hacemos actividades culturales de ese tipo pero este curso ya está cerrado. No podemos organizar nada más.”
Mi pensamiento: “Joder, pues sí que me ha tomado en serio”
Yo: “Vale, pues entonces nada.”
Ella: “La verdad es que yo es que pensaba que venías a hablar de un libro…”.
Mi pensamiento: “La verdad es que  yo  pensaba  que me habías estado escuchando mientras hablaba.  ¿Y a ti te dejan niños a tu cargo?”
Yo: “Gracias. Adiós.”
Hace unas semanas en un instituto.
Él: “Me han dicho que escribiste un libro.”
Yo: “Sí”
Él: “Antes de nada…nos lo regalarás para la biblioteca, ¿verdad?
Mi pensamiento: “Ya empezamos mal…”
Yo: “jajaja”
Él: “Pues… para las fiestas del instituto organizamos alguna actividad cultural y podíamos meterte ahí para que hicieras algo durante  dos horas más o menos. Los honorarios puessssss…”
Mi pensamiento: “Puessssss si no pensáis comprar ni el libro porque quieres que lo regale…puessss”
Él: “Podíamos darte una nota para que lo puedas poner en tu curriculum”
Mi pensamiento: “Rosa, no te rías. Ahora no, joder. Jajajajajaja. A mis casi 40 años poner que hice un taller infantil de dos horas tiene que ser la hostia para encontrar mi próximo trabajo como animadora infantil. Jajajaja. Ay, madre, que no me aguanto. No sí todavía me convertiré en la nueva Gloria Fuertes. Jajajaja.”
Yo: “…..sí, sí….”
Y  ya sin ir a colegios. El otro día
Mi ex marido: “La niña tiene un cumpleaños. Ya compro yo el regalo”.
Yo: “Le puedes comprar mi libro”
Mi ex marido: “No pienso regalar tu libro (con un tono que parecía le había dicho que le regalara ácido). Le voy  a comprar una Monster High”.
Yo: “Pero si son mucho más caras que el libro”
Mi ex marido: “Rosa, sólo a ti se te ocurriría regalar un libro a un niño. Yo odiaba me regalaran libros. ¿Qué tipo de regalo es ese?”
Yo: “Todavía a día de hoy me pregunto cómo tardamos 7 años en separarnos”
Aunque este tipo de situaciones me exasperan un poco, que no me desesperan, daré las gracias a todos los que lo han comprado y lo han regalado, en especial  a mi hermana que es la primera en promocionar al libro y mí en particular, su novia, una genio del marketing, a mi novio que se pasa el día arreándome para que haga algo de provecho en la vida y también en especial a mi amiga H. que  ha convertido mi libro  en el único regalo existente en el mercado desde que se publicó y va convenciendo a los demás para que sigan su ejemplo. Si me gustaran las chicas, no dudes llegaríamos  a las bodas de plata.